1. Mi inicio en el mundo de las ventas


    Fecha: 01/05/2018, Categorías: Incesto Autor: Sleepkiss, Fuente: CuentoRelatos

    ... besarme en la boca, mientras el otro procedía a desnudarme.
    
    Poco a poco bajaron mi falda y me quitaron la blusa y el sujetador.
    
    Solo me quedé con las medias de encaje y los zapatos puestos.
    
    Al momento que José me besaba en la boca, yo le agarraba su pene y se lo corría para darle placer. Eduardo por su parte se puso de rodillas detrás mío, y abriendo mis nalgas con sus manos me lamía el ano y parte de mi concha. Luego ambos se sentaron en el sillón y yo me arrodillé entre ambos, y les empecé a chupar sus trancas uno a uno.
    
    Eduardo no aguantó mucho la mamada que le di, y eyaculó dentro de mi boca.
    
    Mientras me tomaba su leche, se la seguí corriendo a José.
    
    Luego que dejé la verga de Eduardo limpia, José se paró para que se la siguiera chupando.
    
    A pesar que Eduardo se había corrido, se tendió en el piso boca arriba poniendo su cabeza entre mis piernas, y empezó a chuparme la concha.
    
    Que placer sentía en estar comiéndome la verga de José, y que al mismo tiempo Eduardo me estuviera chupando los labios de mi vulva.
    
    Luego José se volvió a sentar en el sillón y me jaló para que me sentara sobre su verga. Empecé a cabalgar sobre él, mientras me chupaba las tetas y agarraba mis nalgas. El placer que sentía en ese momento hizo que le pidiese a Eduardo que me clavara por detrás. Él se acercó a mí, y dejé de moverme para recibir su verga por mi ano. Yo estaba sudando sin necesidad de ponerme ninguna faja, y las gotas que resbalaron por mi espalda, facilitaron ...
    ... que me penetrara por el ano.
    
    Las dos vergas se deslizaban en mi interior con rapidez, y de pronto sentí que José se vació dentro de mi concha, entregándome su leche en medio de resoplidos. Luego se quedó quieto debajo de mí, y empezamos a besarnos en la boca, mientras Eduardo me seguía bombeando por el ano. Luego de un momento sentí un chorro que bañó mi recto, y yo quedé en medio de ambos, mientras me besaban y amasaban mis tetas.
    
    Luego que terminamos me probé la faja para que ambos vieran como me quedaba. Esto parece que los excitó, y me dijeron que querían seguirme culeando. Me eché sobre la alfombra y abrí mis piernas para que me volvieran a penetrar. José se puso sobre mí y me empujó su verga. Yo me agarraba las piernas para poder sentirlo más, y me la estuvo metiendo y sacando hasta que se corrió nuevamente. Sacó su verga chorreando de leche, y Eduardo se acostó sobre mi sin darme tiempo a que me limpiara la descarga anterior. Mientras me penetraba me chupaba los labios, y nuestra saliva se mezclaba. José desde su sitio miraba como me culeaba su amigo.
    
    Luego que quedaron rendidos, me vestí y prometí enviarles los catálogos para que ofrecieran los productos que vendía mi empresa. Ellos me pidieron que los visitara nuevamente, y a pesar que les dije que sí, no pensaba hacerlo.
    
    Al final del mes yo tenía más pedidos que los propios vendedores, y así me hice acreedora al abono especial en mi cheque de fin de mes. Cuando le conté a mi marido el éxito que había ...