1. La inquietud


    Fecha: 05/05/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Guidodecuero, Fuente: CuentoRelatos

    ... Tenía mas crema en el dedo y presionó un poquito. Levantó las caderas un poco. El dedo entró. ....soltó un gemido.
    
    Puso más crema y esparció nuevamente. .....el dedo entro completo. Bombeo algunas veces y su otra mano tocó el clítoris.
    
    Apretó el monte como si fuera un papel para la basura, sacó el dedo y se dijo a sí misma que ya por hoy era suficiente. Sus mecanismos de defensa estaban recargados.......aunque ya sabía que con balas de fogueo.
    
    Se durmió placenteramente.
    
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    Capitulo 5
    
    Pasaron dos o tres semanas y pudo dimensionar esa noche de sexo hormonal e instintivo y se autoconvenció que no pudo hacer nada por evitarlo, y que además, se alegraba de no haberlo evitado!!!
    
    Continuó con sus actividades: eventos, tenis, la casa . Su marido había viajado al exterior por dos meses y las noches y fines de semana buscaba compañía en su familia.
    
    Se dispuso un par de veces y jugó alegremente con sus vibradores. No era lo mismo. Invariablemente venía a su memoria erótica la presencia no del hombre, sino de su miembro magnifico que tanto placer le había dado. Recordaba cada detalle de su tamaño, forma, color, temperatura, dureza. Y se regocijaba con el recuerdo. Sus vibradores se hundían y temblaban enérgicos y ayudando con sus yemas sobre el clitoris quebraba su columna vertebral y aprisionaba deseos y aparato entre sus piernas . Los dedos de los pies crispados atrapando el placer que los ...
    ... alcanzaba descendiendo desde su coxis.
    
    Luego entró en un período refractario, donde no se acordaba de poseer una vulva, ni de sus aparatitos de placer.
    
    El hombre de la inmobiliaria, portador del bastón incomparable, la llamó dos veces y ella dió excusas y desalentó otro encuentro. Y al colgar las dos veces pensó " ...cómo me encantaría , en una cama, con sabanas de seda.....". Pero no. Aunque muchos años había tenido esos pensamientos y los había guardado bajo siete llaves con un "....pero, no..."
    
    La convocaron a muchos eventos y su atención estaba dedicada la mayor parte del tiempo a eso.
    
    En uno de los eventos, realizado por una empresa de alimentos, le dieron tratamiento igualitario por dedicarse a la alimentación y llenaron un cupón con su nombre.
    
    Al promediar la noche realizaron sorteos y a ella le tocó un fin de semana largo en Buenos Aires, con pasaje, hotel comidas y visita a un seminario de chefs.
    
    Luego de los premios se armó el baile y se arrimó al grupo de los que la habían contratado.
    
    Se divertía mucho y tomó un par de copas de champagne , que ahora le parecía muy rico.
    
    Se armó la ronda y el trencito. Nuevamente bailaba muy divertida. Desde conga a musica brasilera y salsa.
    
    Uno de los asistentes la tomó de las manos y bailaron cuarteto, y luego salsa, que le encantaba.
    
    Se dejó llevar y en un instante, sin darse cuenta los vientres estaban pegados siguiendo los ritmos de la lambada.
    
    Cuando tomó conciencia del roce no daba para que se ...