1. Experiencia erótica de una atea con su ángel guardián


    Fecha: 07/05/2018, Categorías: Grandes Series, Autor: Urawan, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuello, boca mientras las decía al oído lisonjas, arrumacos, halagos, zalamerías y mimos que ellas nunca habían escuchado por macho alguno. Recorría sus cuerpos con mis manos y boca hasta llegar al punto que a las mujeres nos gusta, nuestra conchita, besuqueaba su clítoris y hacían que tengan orgasmos sin penetración, caían en la cuenta que los machos no las satisfacen plenamente.
    
    Los putos hombres no caen en la cuenta que si bien nos gusta que nos metan su falo y nos den bomba, nos gusta más que estimulen nuestra feminidad que primero nos exciten la mente y luego el cuerpo ahí damos todo, nos entregamos completamente sin límites. Los machos deben sacar su parte femenina para satisfacernos completamente pero pocos lo hacen y creen que mientras más grande y gorda tienen sus pichas, más gusto para nosotras; a mí me gustan medianitas si gorditas ya que dé se modo me la pueden meter toda sin incomodarme o sentir dolor ya que soy muy estrecha.
    
    Sus ojos se agrandaban por mis conocimientos bíblicos y por mi visión del sexo. No sabían que responder, ni que hacer. De blasfema, pecadora, irreverente me calificaron en más de una ocasión. Muchos calificativos me dieron pero no había modo alguno para que yo recapacitara y me convirtiera; en muchas ocasiones regresaron hasta con sus pastores y curas pero no había poder humano para que yo cambiara de actitud ya que siempre tenía una respuesta a sus preguntas.
    
    Recuerdo una experiencia que les contaré detalladamente. Yo soy ...
    ... profesora universitaria de antropología una de alumna llegó a mí para que dirija su tesis de graduación, lo cual acepte sin dudar. Tenía unos veinte y tres años, casada con tres hijos, fiel esposa entregada completamente a su hogar con un esposo bueno y padre pero algo me dijo que necesitaba conocer más la vida y desde que la vi, me dije a esta me la cojo y la hice mía con la maestría de una mujer bisexual como era yo y sabiendo qué hacer, qué decir y donde poner mis manos y mi lengua.
    
    Me di todo el tiempo para hacerla mía poco a poco me fui introduciendo en su vida personal, marital como de madre, fui descubriendo que su amoroso esposo no la satisfacía en sus deseos ya que ella le gustaba mucho recordar que cuando ella era muchachita una prima la amo muy rico pero él como buen machista se disgustaba que ella le diga lo rico que sintió pero como se llevaban bien ella nunca le dijo que eso le estimulaba. Es ahí que caí en la cuenta que sería mía y lo fue.
    
    Un día preparé todo para hacerla mía ya que generalmente nos veíamos los sábados es así que preparé un buen almorzó con vino, puse la cubil como a nosotras las mujeres nos gusta. Trabajamos por algunas horas pero yo no sabía qué hacer para conquistarla hasta cuando ella me dice que ella sufre de dolores de cabeza y que le disculpe que sí puede dejar para otro día es ahí que me dije a mi misma: Vaya el cordero viene al matadero.
    
    -Ven, hijita yo soy experta en masajes, eso no me habías dicho. ¿Por qué si creo somos amigas, no ...
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