1. Mi madre quiere panza


    Fecha: 14/05/2018, Categorías: Sexo Virtual, Autor: fatigadouy, Fuente: CuentoRelatos

    Mi madre tiene un gran instinto maternal. Estarán de acuerdo que una cosa es quedar embarazada y otra muy diferente desear y procurar a los hijos en todos los aspectos, o sea ser madre. Bueno, pues ella es una de esas mujeres que solo ven un niño y ya quieren cargarlo, besarlo y abrazarlo. Ya se imaginarán como fue mi niñez, no pasaba un segundo sin que tuviera a mi madre encima. Fui muy consentido por ella, me daba todas las cosas que yo le pedía sin necesidad de hacer berrinche. Cuando salíamos a la calle procuraba que no se me acercaran mucho otras señoras en una actitud un tanto celosa. En las noches dormíamos en la misma cama, bueno, por lo menos desde los 5 años que fue cuando mi padre nos abandonó. Supongo que esa fue una de las razones para que me procurara tanto, su rol de madre se convirtió en su vida entera.
    
    Durante toda mi niñez y adolescencia no recuerdo que haya salido con algún hombre, quizás a comer con alguna amiga pero jamás a desahogar sus deseos. Algo puedo asegurar, no fue por falta de propuestas. A sus 45 años no tiene nada que pedirle a una chica de mi edad, de hecho cualquier mujer al verla se ha de morir de envidia. Es de estatura media, con una de esas figuras que recuerdan a las pin ups de los años 40"s. Bustona, caderona, culona, piernas carnosas pero bien definidas, su piel clara con un ligero bronceado, su rostro enmarcado por una abundante melena negra tiene pocas arrugas, si no fuera por ese no sé qué del que gozan las maduritas le podrían ...
    ... calcular diez años menos. Como ven no habría razón para que no volviera a rehacer su vida pero prefirió dedicarse únicamente a mí.
    
    Cuando entré a la adolescencia poco a poco fui separándome de ella, dejé de dormir en su cuarto, prefería quedarme en el departamento que acompañarla a hacer sus cosas, ya no me gustaba que estuviera sobre mi llenándome de besos y abrazos. Ella buscaba la manera de estar cerca de mí, pero yo la rechazaba, al punto que me encerraba en mi habitación la mayor parte del día. Estaba en esa etapa de rebeldía en la que buscamos separarnos totalmente de todo eso que nos hace sentir niños. Ni siquiera sus abrazos que ponían mi rostro tan cerca de sus pechos lograban despertar un interés en mí. ¿Acaso un prepuberto se excita con los abrazos de su madre?
    
    Esto originó que buscará otros desahogues para su instinto maternal. Llegó a cuidar a los hijos de los vecinos con tal de estar rodeada de niños, mayor razón para que yo me encerrara en mi habitación. Ya con mi humor un poco más estable al cumplir casi la mayoría de edad fui dejando que mi mamá se volviera a acercar a mí. Claro que ahora es la universidad la que me mantiene encerrado en mi habitación. Entre tareas y las clases no puedo pasar mucho tiempo con ella. Algunas veces mientras hacía mis trabajos en la computadora llegaba y comenzaba a masajearme los hombros para liberar un poco de tensión o venía cada media hora a preguntarme como estaba y si se me ofrecía algo. Sin embargo parece que esto no ...
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