Mi madre quiere panza
Fecha: 14/05/2018,
Categorías:
Sexo Virtual,
Autor: fatigadouy, Fuente: CuentoRelatos
... fue suficiente para ella. Mi madre necesitaba de un bebé que se gestara en lo profundo de su útero, que utilizara su hermoso cuerpo como refugio, que mamara la abundante leche de sus grandes pechos, en fin, que le devolviera a su rol de madre. Es ahí es donde comenzó todo.
Después de un largo curso en la universidad salí de vacaciones de verano. No podía esperar a tumbarme todos los días en la cama y esperar a que mi servicial madre me hiciera sentir mejor que en un hotel de lujo. Los primeros días fueron de relajación total para mí como lo había previsto. Mi madre me procuraba de todas las comodidades, prácticamente solo tenía que dejar la computadora para ir al baño. Si quería un refrigerio en menos de 2 minutos ya estaba ella en la entrada de mi cuarto sosteniendo un plato. Siempre enfundada en una blusa ligera que deja ver sus pezones cuando no trae bra y en sus pequeños shorts de mezclilla que se embarran en su tremenda cadera dejando al descubierto sus carnosos muslos.
¿Qué si no había notado su exquisito cuerpo desde antes?. Claro, casi desde siempre, solo bastaba compararla con las amargas y descuidadas mamás de mis amigos para darme cuenta de lo especial que era y sigue siendo. Pero uno no anda usándola de inspiración para darse una buena jalada por esa razón ¿o sí? Nota para los lectores, no porque tu madre este como para ponerla en cuatro va ser tu sueño dorado follártela, o al menos a mí no me sucedió así. Me acostumbré a su belleza, para mí era lo más ...
... normal verla enseñar su cuerpo mientras realizaba sus ejercicios de fitness o yoga. Tiene que suceder algo para que esa barrera que no te permite ver a tu madre como mujer quede reducida a cenizas.
Entre tanto ir y venir a mi habitación para satisfacer mis peticiones mi madre se fue quedando más tiempo junto a mí en la computadora. Primero fueron pequeños momentos, después lapsos de tiempo un poco más prolongados hasta que terminó trayendo una silla para estar junto a mí. Al principio me desesperaba un poco tenerla a un lado viendo todo lo que hacía, intente correrla de formas sutiles pero no funcionó. Terminé asimilando que estuviera a mi lado gracias a sus relajantes masajes.
Ahí nos tenían a ambos hasta altas horas de la noche, viendo películas o series online frente al monitor. Durante la tarde nos dedicábamos a reír viendo las fotografías que mis contactos suben a las redes sociales. Todo iba normal hasta que una tarde mientras nos entreteníamos como era habitual vimos una foto que iba a cambiar ese verano y nuestras vidas para siempre. En el monitor se dibujó la foto de mi prima Raquel amamantando a su bebé que había nacido apenas unos meses atrás. Mi madre se sobresaltó y se llevó las manos a la boca.
—No puede ser, ¿enserio ya es mamá?
—Sí, el niño nació hace unos pocos meses, ¿qué acaso no te habían dicho?
—Ya sabes que no tengo mucho contacto con la familia. Pero que estaba pensando esa chica, es demasiado joven para tener un bebé.
—Bueno mamá, ya no es ...