1. Hijos del Diablo... (2)


    Fecha: 15/05/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Lucy aceptó de inmediato y aquel quedó en interiores en un minuto. Después de un rato en que ella, en el sofá grande no dejó de moverse, acostarse, sentarse, acostarse boca abajo, abrir y cerrar las piernas, sonó el teléfono, Lucy cruzó la sala hacia el aparato para contestar y se quedó de pie hablando con una de sus amigas, a un metro de donde estaba Jaime sentado en un sillón.
    
    Dice mi hijo que ese era un espectáculo increíble, que su prima con esos shorts y con unas sandalias de medio tacón que se había puesto se veía superior, que ella lo sabía porque al tiempo que hablaba por teléfono, giraba, se paseaba, se paraba en una sola pierna, etc., que él ya estaba muy excitado y la veía descaradamente. Que notó que Lucy ya no ponía atención a la conversación con su amiga sino que observaba atenta cómo Jaime le devoraba con la vista las piernas, la cosita y el trasero, mismos que no dejaba de modelarle.
    
    Jaime se estiró en el asiento del sillón y echando la cintura adelante dejó a su prima ver la inigualable imagen de su animal despierto dentro de sus apretados boxers, Lucy sin dejar el teléfono, abrió bien sus grandes ojos como para convencerse de lo que éstos veían.
    
    Él al notar el asombro de ella, ya no quiso perder tiempo y como ya sabía que a Lucy le gustaba ver penes- ya antes la había sorprendido espiando a su propio papá y al de él- se lo sacó confiado de que ella no había visto nada igual y se lo empezó a jalar descarado ante la pálida cara de su prima, que sin ...
    ... colgar el teléfono lo contemplaba encantada. Jaime se levantó y se sentó en el descansa brazos del sillón zarandeándose el fierro con los calzones hasta las rodillas a medio metro de Lucy. Así se estuvo masturbando unos minutos hasta que atrajo a su prima hacia él y la abrazó por la cintura metiéndole la vergota entre las hermosas piernas, que al estar sentado y ella parada el pene le quedaba a la mitad de sus suavecitos muslos, mismos que ella apretaba y movía uno contra el otro para sentirlo. Después volteó a Lucy de espaldas a él y se puso de pie y desde allá pasó otra vez su inflamado animal entre las piernas de su prima mientras ella seguía al teléfono mirando hacia abajo sorprendida como la vergota de su primito salía bastante por delate de ella. Él le tomó la mano desocupada y la llevó a su verga para que ella la tocara. Debe haber sido todo un espectáculo presenciar aquello: Lucy, con ese pantaloncillo de cuando tenía 12 años, embarrado a sus sinuosas caderas de 20, "montada" como si fuera a caballo, en el descomunal miembro de mi hijo, masturbándole más de la mitad de la verga que se asomaba por entre sus bonitas piernas sin dejar de hablar por teléfono con su amiga.
    
    Mientras mi hijo me contaba esto y yo me imaginaba el cuadro, mi cosita estaba ardiendo, me sentía muy caliente mientras apretaba mis muslos sintiendo la viscosidad de mi juguito que ya me había escurrido en la parte interna más alta de mis piernas.
    
    Por fin Lucy colgó y con sus dos manos masturbaba ...
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