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Como dejamos la monotonia
Fecha: 18/05/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... lujuria. El comenzó a besarla al principio muy delicadamente pero mi esposa quería más que eso y ella le planto uno de esos besos que tanto Miguel como yo recordaran siempre, simplemente fue sensacional el beso duro lo que tardo el tema. Y el descanso solo fue creo que para tomar aire, así de efusivos estaban. Luego de plantarse y continuar unos grandiosos besos empezaron a usar las manos la de ella acariciaba el trasero de Miguel que no se inmutaba, ya que el también tomo parte en aquello y empezó a bajar también sus caricias hacia las nalgas de ella y así por todo el cuerpo. En ese punto ya se les podía escuchar jadear por la calentura que esto les estaba causando. El le dijo que suerte que tu esposo haya salido de viaje…siiiiiiiiiiiii, mi macho que suerte tenemos dijo ella y empezó a desabrocharle la camisa a Miguel, que por supuesto no opuso ninguna resistencia. Vaya dije para mis adentros que sensación la mía desde mi posición pasiva pero parecía que estuviera también ahí, de todas formas lo estuve. La música no paraba y vaya que ella escogió la mejor para seducir a nuestro visitante. Ya para ese momento Miguel estaba con el torso desnudo se denotaba que cuidaba muy bien su cuerpo por lo atlético del mismo, mi esposa se había quitado el saco quedando solamente con la blusa, la que Miguel empezó también a quitárselo pero desabotonándolo con la boca y aprovechando además de rozar ese pecho que se erguía como dos montañas a punto de hacer erupción, creo que ...
... el también había aprendido las artes del amor ya que la iba calentando a mi esposa casi sin tocarla, ella estaba ya que se revolcaba de placer. Hasta ahí casi no se habían dirigido palabra alguna todo parecía transcurrir como que ya lo hicieron antes, pero claro que lo hicieron y por supuesto ella había logrado su propósito de seducirlo. Una ves que se lo hubo quitado la blusa a mi esposa ella quedo en un diminuto brasier que apenas trataba de ocultar sus aureolas de color canela que sobresalían de ellas. El empezó a lamerle el pecho aun con el brasier puesto que ya que casi no cubría nada, se le acerco con la lengua hasta casi tocar sus pezones que luchaban por ser liberados, con mucha delicadeza sin dejar de lamerle y besarle el pecho le fue quitando el seguro al brasier y se lo quito para colgárselo entre los hombros, dejando al descubierto sus dos redondos pechos… el los miro y empezó a masajearlos suavemente tomándolos con las dos manos, acercándolos lentamente hacia su boca empezó a lamerle los pezones uno a la ves y ya se podía notar que ambos pezones estaban erectos y duros como dos piedras. Fue cuando ella lo abrazo contra su pecho y casi pude sentir yo la sensación de quedar piel a piel. Y así estuvieron fundidos en un gran abrazo, desnudos de cintura para arriba sin dejar de besarse y acariciarse mutuamente. Las caricias ya eran evidentes mi esposa andaba palpando el bulto que Miguel tenia entre las piernas. Mientras que el empezó a subirle la falda para ...