Como dejamos la monotonia - Relatos Eróticos

Como dejamos la monotonia

... sobarle el trasero vigorosamente e intento bajarle la tanga con la que ella estaba pero se opuso y le retiro la mano para decirle que espere un poco y mejor le acompañe al dormitorio para estar más cómodos…Claro que si le dijo hoy soy esclavo tuyo y te seguiré a donde me lo ordenes dijo. Y juntos tomados de la mano pasaron a nuestro dormitorio. Y yo tuve que cambiar de posición para poder tener la mejor visión, de lo que estaba empezando a ocurrir, debo confesar que mi corazón me latía aceleradamente con todo lo que estaba observando…tenia una excitación de los mil demonios, hasta se me antojaba aparecer de repente inventando cualquier historia, pero mi sentido fisgón pudo mas y me prepare a grabar lo que pasaría tenia también una cámara en la mano así que también sacaría algunas fotos furtivamente.

Ingresaron a nuestra recamara abrazándole el por detrás. Llevaban también sus copas de ron…ella le propuso un brindis para celebrar este encuentro…chin chin brindaron y se fundieron nuevamente en un beso apasionado sin dejar de acariciarse mutuamente…de repente el la cargo en brazos y la dejo suavemente sobre la cama diciéndole que jamás se le hubiese ocurrido estar nuevamente con ella y menos aun disfrutando con ella de este modo además de que nunca la había olvidado, como podría hacerlo le decía, si yo te hice mujer por primera ves le…ahora vamos a repetir y recordar los buenos momentos que pasamos…Si Miguel si decía ella bésame, bésame todo el cuerpo Miguel y el empezó a ...

... desabotonar la falda con la que aun tenia puesta y se la saco mostrándose en mi esposa en todo su esplendor ante sus ojos solo le quedaba una diminuta tanga que apenas cubría su monte de venus muy tupido por cierto ya que yo no le dejaba rebajárselo me gusta que tenga mucho vello púbico. El al verla solo atinó a decir wooow que hermosa que estas la verdad que tu marido se come una gran mujer dijo y empezó a chuparle los pezones muy activamente con sus manos recorría acariciándole todo el cuerpo…fue bajando los besos hacia su ombligo el cual lamio y siguió bajando hasta llegar a sus caderas beso sus muslos bajando hasta los pies, para luego volver siempre a besos pero ahora por el lado interno de sus piernas poco a poco subía hacia su zona púbica.

Note en ese momento que la tanga estaba totalmente empapada por los jugos de su vagina. Mientras que yo también disfrutaba del tremendo espectáculo que me estaban brindando ella prácticamente se acomodó de tal forma que yo tenía un primer plano de todo el espectáculo es decir todo ocurría frente a mí.

De cuando en cuando ella dirigía su mirada hacia donde estaba yo y me mandaba un beso y me guiñaba el ojo, aumentando mi cachondez que ya estaba al extremo. En ese momento Miguel ya había llegado muy cerca de la vagina de mi esposa que dejaba escapar chorros de jugos con la excitación. Miguel se acercó hasta su vagina pero no lo toco paso por los costados hacia su pubis y mi esposa ya se revolcaba de placer gimiendo como una gata en ...