1. De nuevo con la cincuentona de mi vecina


    Fecha: 18/05/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Llegué a casa después de una de mis salidas viajeras, esta vez no había ligado, ni tuve sorpresas eróticas, ni nada de nada, llevaba sin follar la mar de tiempo.
    
    Bueno no pasa nada, me ducho me pongo el pijama, enciendo la tv. Y me preparo algo para cenar.
    
    Son las diez de la noche y no espero a nadie ni tengo que salir de casa para nada.
    
    Atiendo a una llamada telefónica de un amigo, después ceno opíparamente y me tumbo en el sofá a ver la tv.
    
    Por más zapping que hago no encuentro nada que me guste, ya son las once y media de la noche y estoy lavado, cenado y sin sueño.
    
    Rebusco entre las revistas y libros que tengo para coger alguno y entretenerme cuando oigo ruidos de gente en el descansillo de la escalera. No espero a nadie pero me picó la curiosidad de quien sería y me asomé por la mirilla de la puerta. Era la hija de mi vecina que se marchaba con unos amigos que habían venido a buscarla para salir.
    
    Bueno se fueron y nada más
    
    Pero cuando me volví a tumbar en el sofá me vino la idea a la cabeza de que la vecina estaba sola en casa y posiblemente admitiera compañía de un elegante tipo como yo.
    
    Ni corto ni perezoso me desabroché unos botones de la camisa del pijama con el ánimo de resultar atractivo y saliendo de casa dejando la puerta entornada me dirigí hacia la casa de mi vecina.
    
    Ya sabéis los que leísteis el relato con mi vecina en casa, que es una cincuentona pero está de muy buen ver, aunque para mi gusto le sobra un poquito de nalgas, tiene ...
    ... un tremendo culo al que no hago ascos porque es normal en su edad.
    
    Bueno pues aquí estoy yo tocando a la puerta de mi vecina con los nudillos para no hacer mucho ruido, a nadie le interesa si me la follo o no, mejor que los vecinos no sepan nada.
    
    Abre la puerta a mi llamada, me mira de arriba abajo como sorprendida, alarga su brazo me coge por la solapa, tira de mí y me mete para dentro. No me dio tiempo ni a pedirle la sal para la ensalada que le iba a decir que me faltaba, es lo típico, no?
    
    Joder me sorprendió su acalorada acogida, era como si le hubiese caído llovido del cielo, hasta me asusté, pensé que el sorprendido era yo y no ella.
    
    En realidad creo que estaba deseando que apareciera, si no yo, otro alguien para de momento desconozco que actividad privada.
    
    Cerró la puerta y me comenzó a acariciar el descubierto pecho y comerme los pelillos desesperadamente. Esto no es normal, es como si no quisiera dejarme escapar, me acaparó, me retuvo y me secuestró.
    
    Mi vecina es mayorcita pero está de muy buen ver, piernas esbeltas y firmes, pechos grandes aunque ya un poquito desgastados, un culito para mi gusto grandecito, y aspecto en general muy bueno, en definitiva está muy apetecible, morena y ojos marrones.
    
    Bueno pues me acaparó de tal guisa, que tuve que escaparme de sus garras diciéndole que tenía que volver a casa pues había dejado la cena a medias, que era por lo que venía a pedirle la sal y debía cerrar la puerta que dejé abierta.
    
    Me soltó y creo ...
«1234...»