1. Una tarde en la piscina


    Fecha: 22/05/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: augusto orense, Fuente: RelatosEróticos

    ... conocía la historia de Enrique y Dayna y sabía que era posible que la sorpresa de su amiga hubiese sido más desagradable que lo que esperaba. Se dirigió a los vestidores esperando consolar a Dayna cuando la encontró y entendió que los gemidos se debían a algo muy distinto a la tristeza.
    
    Las duchas estaban separadas unas de otras por paredes, pero no poseían cortinas por lo que se podía ver todo. Dayna con una mano se agarraba del tubo de la ducha mirando hacia la pared, sus pies estaban ligeramente levantados y su culo –despojado ya del controversial hilo dental- sobresalía hacia afuera. Usando los dedos de su mano libre frotaba con fuerza sus labios externos y su clítoris e insertaba de vez en cuando tres dedos dentro de su agujero. Una considerable cantidad de fluido vaginal manaba de la hinchada cuca de Dayna por la parte interna de sus muslos y recorría sus piernas para unirse. El vestidor olía fuertemente a sexo.
    
    Mariale se acerco a su amiga sin hablar, pero sus pasos la delataron e hicieron que Dayna se volviera rápidamente. La morena pervertida había llegado a su máximo nivel de excitación y estaba dispuesta a cogerse lo primero que encontrase. En este caso el hecho de que Mariale fuese su amiga –y una mujer- ya no le importaba. Lo único importante era llegar al orgasmo. Ambas habían visto lo que Maga estaba disfrutando y necesitaban desahogarse con lo que fuera antes de desplomarse de la frustración. Mariale se acerco a su jadeante y sudorosa amiga, entrando a ...
    ... la estrecha ducha que obligaba a sus rollizos cuerpos a juntarse. Las tetas de Mariale quedaban justo por encima de las de Dayna, ya que la primera era un poco más alta. Ambas mujeres sentían en su piel los pezones de la otra debajo de las telas que los cubrían. Se miraron a los ojos, jadeando por el calor y la excitación, hasta que Mariale, que aun sostenía el cilindro que iba a usar para su propia cuca, se lo mostro a Dayna y le dijo casi en un susurro:
    
    -esto creo que es mejor que tus dedos.
    
    Dayna no respondió. Primero se quito la parte de arriba de su traje de baño quedándose completamente desnuda. Su amiga hizo lo propio con su franela mojada, dejando unas tetas menos redondas que las de Dayna pero también grandes. Se agacho un poco para desatarse el bikini haciendo que las tetas de ambas se rozaran estremeciendo a las dos. El vello púbico de Mariale rozo el pelado pubis de Dayna pero esta no se le acercó, más bien se dio la vuelta ofreciendo sus caderas y volviendo a levantarse sobre la punta de los pies ofreciendo su húmeda cuca a su amiga, dándole una obvia respuesta de lo que quería que esta hiciera.
    
    Mariale quería lubricar primero el tubo –consolador para su amiga. Pero sin nada a la mano lo mojo con su lengua y luego se lo metió hasta el fondo de su vagina, arrancándose a sí misma un estremecimiento de placer que hizo que casi se olvidara de su tarea. Sacándose el tubo reluciente de su blancuzco y pegajoso jugo, se lo metió a su amiga lentamente hasta el ...
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