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La historia de Claudia (18)
Fecha: 24/05/2018, Categorías: Incesto Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... sobre sus carnes y respondió tratando de controlarse: —Sí, señora Amalia, me... me voy a portar bien... Amalia no era lesbiana pero sí muy mandona y disfrutaba imponiéndole su voluntad a los demás. Eso hacía con su marido, con sus dos hijas aunque estaban casadas y también con sus tres nietos cada vez que alguna de las muchachas los dejaba a su cuidado. Sentía pasión por nalguear un buen culo. Lo había hecho con sus hijas hasta que fueron veinteañeras y lo hacía a menudo con sus nietos, dos varoncitos y una nena con edades entre los nueve y los trece cada vez que los padres los dejaban a su cuidado. Ahora, después de haber visto y palpado el hermoso culo de Claudia, se dijo que era uno de los mejores que había visto en su vida y que no la dejaría ir de la casa sin haberle hecho probar su mano. —Bueno, ahora levantás la mesa y te ponés a lavar la vajilla. –le ordenó. —Sí, señora Amalia. Ahora mismo lo hago. Una vez en la cocina, mientras lavaba los platos, Claudia seguía viendo en su mente la mano de Amalia y escuchando sus palabras amenazantes. Sintió que los nervios y la ansiedad la invadían a tal punto que sus manos temblaban. Fue entonces que al ir a secar uno de los platos hizo un mal movimiento y la pieza de loza verde se hizo añicos contra el piso. Claudia se llevó una mano a la boca y estaba mirando los pedazos del plato con ojos agrandados por el miedo cuando Amalia irrumpió en la cocina: —¡¡¿Qué pasó?!! ¡¡¿qué fue ese ruido?!! –gritó, y al ...
... ver los restos del plato salvó de un par de trancos la distancia que la separaba de la esclava y le dio tal bofetón que dejó a la pobre trastabillando y con los ojos llenos de lágrimas. Claudia se llevó una mano a la mejilla golpeada y quiso balbucear una explicación. —¡¡No digas una sola palabra, grandísima estúpida!! –la cortó la mujerona y de inmediato hizo que recogiera los pedazos y los tirara al cesto de residuos. Mientras Claudia obedecía sollozante, la vieja la miraba y se relamía: "qué pronto me diste la oportunidad que yo esperaba, zorrita... Ahora ese hermoso culo que tenés va a saber lo que es mi mano..." –se dijo y en cuanto la esclava terminó de cumplir con la orden se la llevó a los empujones y entre insultos al living. La excitación hacía que respirara con fuerza y sintiera todo su cuerpo tenso. Se sentó en el centro del amplio sofá, miró a Claudia que seguía sollozando mientras frotaba sus manos nerviosamente sobre la parte delantera del vestido y le dijo: —Ahora me vas a conocer, sierva estúpida... Inmediatamente hizo que Claudia se pusiera boca abajo sobre sus rodillas y comenzó a subirle lentamente el vestido. No quería apurarse. Estaba disfrutando intensamente y ese placer era como un trago exquisito que pretendía beber muy despacio. Cuando el ruedo del vestido estuvo por la cintura acomodó a Claudia un poco más adelante, a fin de poder apreciar debidamente esas nalgas verdaderamente portentosas. Antes de empezar el castigo deslizó su mano por ...