1. Esclavo de mis vecinas: Pilar y Mónica


    Fecha: 22/09/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Eduardo Marín, Fuente: CuentoRelatos

    ... Yo le digo: “Si, señorita Mónica, como usted ordene”. Me puse a limpiar sus deportivas, se las dejé impecables, como ella me ordenó. Y cuando salió del baño ya arreglada y se vistió, me llama desde su cuarto y me dice:
    
    -¿Me has limpiado ya las zapatillas?
    
    -Sí señorita Mónica. -Contesto yo arrodillado ante ella.
    
    Mónica, sentada sobre su cama me ordena enseñárselas. Yo voy corriendo a por sus zapatillas, me arrodillo ante Mónica para entregárselas. Ella las examina.
    
    Y me dice:
    
    -¿Dónde está mi cara...? Yo no la veo...
    
    Yo me quedo alucinado y le digo:
    
    -Es que su cara no la va a ver nunca ahí, es una zapatilla, no es un espejo, señorita Mónica.
    
    Ella me da 6 o 7 bofetadas a cual más fuerte, se levanta y me dice:
    
    -Te voy a demostrar que sí se puede ver mi cara en mis zapatillas... -Y coge una foto suya pequeña, tipo carnet, la introduce dentro de su zapatilla, y me la enseña. Luego me pregunta:- ¿Se ve mi cara o no se ve?
    
    Yo le digo que sí, le pido perdón una y otra y otra vez y Mónica me dice:
    
    -Tranquilo Angelito, tranquilo, ya que por las buenas no me quieres obedecer, tendrá que ser por las malas.
    
    Coge una de sus zapatillas de andar por casa, me ordena poner las manos atrás, y darle las gracias, por cada zapatillazo que ella me dé en la cara. Y me dio 19, uno por cada año suyo. Sé que no me pegó muy fuerte, pero sí me dolió bastante su castigo, pues no lo esperaba. Y encima me ...
    ... dio muchas veces en el lado izquierdo, dejándomelo bien colorado. Cada vez que me daba un zapatillazo, yo le decía: “Gracias señorita Mónica”. Y así 19 veces.
    
    Yo creí, que con eso ya había terminado, pero Mónica me ordena coger un bolígrafo y apuntar en un papel: "No volveré a desobedecer a mi Ama, Dueña y Excelentísima Señorita Mónica". Y me dijo:
    
    -Lo quiero copiado a mano, 500 veces. Que se lea bien y numerada cada frase... ¿Entendido?
    
    -Sí, señorita Mónica.
    
    Cuando llegó su madre, que había ido a casa de una amiga, y me vio la cara roja, me preguntó... Yo le conté lo que había pasado y Pilar me dijo:
    
    -Esta hija mía, creo que va a disfrutar mucho contigo. -Y se fue a felicitar a su hija, por cómo me castigó.
    
    Cuando Mónica cumplió los 20 años, su madre le regaló una fusta para castigarme y desde entonces, temo sus castigos con la fusta, pues para mí, son bastante dolorosos. Gracias a Dios, Mónica lo que más utiliza para castigarme es su mano, pues le gusta darme bofetadas y zapatillazos en la cara... Esos son sus castigos más cotidianos. También gusta de mandarme copiar frases 200 veces o 500 veces. Hace poco me castigó ordenándome copiar una frase 2.000 veces. Tardé 5 horas en copiársela. Y menos mal, que era una frase corta, pues la mano ya no me respondía al final.
    
    Pero si me ha hecho llorar de impotencia y de dolor un par de veces, pues cuando coge la fusta, como esté enfadada es tremenda. 
«123»