1. Fuerte olor a polla


    Fecha: 30/09/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Carmen España, Fuente: CuentoRelatos

    ... la cama preparada.
    
    Llegada la noche, a la hora concertada, me tumbé en la cama. Me até las muñecas y los tobillos (ya tenía bastante práctica para hacerlo yo solita). El largo de las correas eran lo justo para que mi cuerpo quedase en forma de “X”. No me puse una venda, acostumbrada a no abrir “nunca” los ojos.
    
    Txemi llegó justo a la hora acordada. Entró, cerró la puerta con llave y se desvistió en el pasillo. Entró suavemente a la habitación y se quedó un rato mirándome. Yo no decía un “mu”. Estaba acostumbrada también a guardar un silencio sepulcral. Txemi subió a la cama. Pensaba que (como todos los chicos) me poseería al instante pero no. Se puso de pie y comencé a sentir su liquido pre seminal caer sobre mi pubis. Comencé a sentir cómo el pubis se estaba literalmente encharcando de su líquido. Luego comenzó a subir y su líquido caía ahora sobre mi ombligo. Luego sobre mis pechos. Cada pecho comenzó a ser anegado del constante líquido que emanaba de su polla. Luego lo dejó caer sobre mi cara, me dijo que abriera la boca y sacase la lengua. Obedecí y al momento sentí en la lengua el persistente líquido caer sobre ella e invadir mi boca. Tragué sorbo a sorbo aquel líquido sagrado.
    
    Sin previo aviso, Txemi se puso entre mis piernas para emplazarse encima de mí. Comenzó a rozar la punta de su nabo contra mi clítoris. Notaba poco rígido su nabo el cual comenzó a introducir en mi excitado y húmedo coño. Tal como imaginaba su nabo no estaba del todo duro. Más bien ...
    ... blandengue pero, cuando metió todo el trozo de carne dentro, comencé a sentir cómo su polla iba tomando volumen y dureza al punto de sentir que me estaba embutiendo. Dejó caer completamente su cuerpo encima del mío. En ese momento comencé a sentir sus embestidas. Al principio eran suaves y constantes. Txemi gemía en mi oreja de una manera que parecía más bien un gruñido. Su mano se aferró con fuerza a mi cuello, sometiendo finalmente todo mi cuerpo.
    
    La experiencia era alucinante, mientras me follaba, los gemidos de Txemi comenzaron a tornarse diferentes, como si se estuviese transformando en otra persona, al mismo tiempo sus embestidas habían alcanzado un ritmo frenético. Sus gruñidos se hicieron roncos, fuertes como el de un hombre de las cavernas y con la mano fuertemente aferrada en mi cuello, su verga me estaba embistiendo tan fuerte que literalmente estaba destrozando todo lo que encontraba dentro. Sus gemidos se hicieron tan penetrantes, como alaridos. Txemi se había convirtiendo en un auténtico hombre de Neandertal. Su cuerpo y alma vibraron al unísono, ya no era él, era un ser que había surgido de su interior. Y mi cuerpo era el vehículo que le permitió volver a sus orígenes más ancestrales, a la prehistoria. Mi Neandertal me follaba como la fiera en la que se acababa de convertir. No era violento pero sí que era una indómita bestia follándose a una hembra sin piedad, sólo para satisfacer sus instintos y reventando mis entrañas con su devastadora verga.
    
    Osti, eso sí ...