Una pareja buscaba emoción y yo estaba dispuesto a todo
Fecha: 11/10/2021,
Categorías:
Bisexuales
Autor: betobi2020, Fuente: CuentoRelatos
Un día estaba paseando por el centro de Buenos Aires, cuando una pareja de extranjeros me frena para preguntarme por una dirección. Era a varias cuadras de donde estábamos, y como yo no tenía nada que hacer, decidí acompañarlos para que no se pierdan. En el trayecto íbamos charlando y me contaron que eran de España, y habían venido a pasar unos días a Buenos Aires. Era una pareja muy simpática y linda. Clara y Ángel era sus nombres. Ella era alta, muy lindas piernas, cara de nena y llevaba un vestido corto que dejaba adivinar un cuerpo hermosísimo. Él se lo veía musculoso, una persona que pasa mucho tiempo en el gimnasio, pero sin exagerar. Muy atractivo también. Estaban yendo a buscar un chip de telefonía, para poder estar comunicados durante su visita, y luego ya estarían libres. Acababan de llegar y no sabían que hacer, así que me ofrecí a llevarlos a conocer la ciudad.
Al cabo de un par de horas, habíamos visto los lugares más emblemáticos: la Plaza de Mayo, el Congreso, el Obelisco y demás lugares. Como ya era cerca de la hora de la cena, fuimos a un restaurante muy lindo y tranquilo. Allí pudimos charlar un poco más, y entre copa y copa de vino, me contaron de sus vidas. De que trabajan, sus hobbies, y algo más que me llamo la atención. Desde hace un par de años empezaron a experimentar en el mundo swinger. Habían tenido ya varias experiencias en intercambio de parejas, e incluso habían compartido cama con terceros y terceras, pero querían experimentar más. Un poco ...
... inocente de mi parte, les pregunte que más podrían querer, si ya hicieron de todo.
-Bueno... hay una cosa más que nos gustaría. En realidad es algo que a mí me da morbo y me gustaría agregar a nuestra vida -me dice ella sin animarse a decirlo.
-Hace un rato, mientras estabas en el baño, Clara y yo estuvimos hablando -continúa diciendo Ángel.- Nos pareces simpático y pensábamos que si te gustaría acompañarnos esta noche.
Yo no podía creer lo que escuchaba. Al verla a Clara, ella hace un leve movimiento abriendo ligeramente el escote de su vestido, permitiéndome ver parte de la redondez de sus pechos, y haciendo que sea imposible rechazar la invitación. Terminamos de cenar rápidamente, y sin siquiera pedir postre, pagamos y nos fuimos.
Se alojaron en un hotel muy cerca de donde estábamos cenando, por lo que llegamos rápidamente. Y aquí estoy, junto a Clara y Ángel, en su habitación, tomando vino y creando la atmosfera.
Clara me agarra de la mano y me invita a sentarme junto con ella en el sofá. Me toma de la cara y me da un beso suave en los labios que hace subir mi temperatura de forma inmediata. Luego de unas caricias y besos muy fogosos, Ángel decide poner música y Clara y yo empezamos a bailar. Al cabo de un rato, y luego de un par de botellas de vino, me dice Clara:
-Hay algo que no termine de decir cuándo cenábamos. Mi... fantasía. Quiero que la sepas, pero si no te gusta, podemos hacer de cuenta que no dije nada. Te parece bien?
-Si claro -le contesto ...