1. Me dejé follar por los amigos de mi novio.


    Fecha: 12/10/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... comerte la poya y casi correrme. ¿Qué más quieres? —, Le pregunté gritando fuera de mí, sin acordarme en esos momentos de mis vecinos. Más teniendo en cuenta la hora que era.
    
    —Quiero más, necesito verlo todo—, me dijo directamente mirándome a los ojos.
    
    —¿Quieres que me follen los dos? —, pregunté secamente.
    
    —Si —, afirmó de forma tajante.
    
    —¿Es que quieres ser el puto cornudo, que ve como su novia es la puta de sus amigos? —, le interrogué con tono humillante ahora para él.
    
    —Sí, es lo que quiero —, dijo retándome.
    
    Entonces pensé que mi relación con Enrique estaba acabada, «Yo solo he sido un juguete que él ha sabido doblegar para satisfacer sus más bajos instintos», me dije a mí misma con verdadera rabia.
    
    Me puse de pies y me dirigí hasta donde estaban Manu y Juan. Ambos tenían la poya fuera de la bragueta, seguramente ambos se habían estado masturbando, mientras veían el espectáculo.
    
    Le di un corto beso a cada uno, los cogí de la mano y les dije mirándolos seriamente.
    
    —Ya habéis oído. Vamos al dormitorio, allí me follareis más cómodos.
    
    Yo, estaba completamente desnuda. En esos momento tan solo llevaba los zapatos de tacón puestos. Cuando llegamos a mi dormitorio, abrí la cama retirando el edredón, y me dejé caer sobre el colchón, mientras los dos hombres se desnudaban apresuradamente.
    
    Enrique se lo tomó todo con verdadera calma. Como un buen sibarita, se trajo una silla del salón, la situó frente a la cama, para poder observar todo el ...
    ... espectáculo en primera fila. Quería ser testigo de excepción, de cómo sus dos amigos de toda la vida, se follaban a su novia.
    
    En esos momentos, Juan sin ningún tipo de preámbulos, se puso frente a mi vagina y me introdujo su poya sin decir nada. Como la cosa más natural del mundo, comenzó a moverse dentro de mí.
    
    Me excitó enormemente la sensación, de notar como mi coño comenzaba a dilatarse, para que se acoplara su verga en mi interior.
    
    La verdad, es que la poya de Juan no era gran cosa. Además, todo hay que decirlo, el hombre físicamente no era mi tipo. Era bajito y regordete, y por el contrario, a mí siempre me han gustado los hombres cuidados, altos, guapos y con aspecto muy masculino. Pero en esos momentos, la realidad es que estaba tan cachonda, que creo que me hubiera dejado follar casi por cualquiera.
    
    Manu en cambio era otra cosa. El chico estaba muy bien dotado, y físicamente estaba muy bueno. Además, era mucho más atrevido que su amigo, y a mí siempre me han gustado, los hombres más decididos.
    
    Justo en el momento que su amigo me la metía, Manu se colocó a un lado de la cama, acercándome su gruesa verga a la boca, con la intención de que se la chupara.
    
    Ahora sí, mi chico estaba satisfecho de lo que yo me estaba dejando hacer por sus amigos. Miré a Enrique disimuladamente, con el rabillo del ojo, mi novio comenzaba a masturbarse. Me excitó sentirme tan puta, al hacer lo que estaba haciendo delante de él.
    
    —Pero, ¡qué zorra eres Olivia! —, no dejaba de ...
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