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Se rentan cuartos para estudiantes
Fecha: 15/10/2021, Categorías: Confesiones Autor: EmmaReyRey, Fuente: CuentoRelatos
... llamé. Volví a tocar el número seis, y como vi que no respondía por las buenas supe que era hora de usar las malas. "Lalo, tu madre está preocupada, si no hablas conmigo se preocupará y vendrá, lo sabes". La amenaza de tener a su madre de nuevo como buitre sin dejarle salir con sus amigos surtió efecto y en un minuto estaba abriendo la puerta, llevaba sus pantalonetas deportivas nada más, el torso desnudo y las gafas de descanso visual puestas, quizá estaba estudiando. "¿Me dejas pasar?" Se apartó y fui directamente hacia su recámara, me senté en el borde mientras él venía detrás con las manos en los bolsillos. "¿Qué te está pasando, Lalo? Estoy preocupada por ti, creí que éramos amigos y confiabas en mí, ¿es por el beso?" Se sonrojó, no, cambió de colores y esta vez los ojos se le cuajaron, se cubrió el rostro con una mano. No podía creerlo, el chico estaba llorando. Me sentí culpable. ¡Vamos!, no quería hacerlo llorar y ninguno había llorado antes, pero Lalo era tan sensible, me acerqué a él y lo ayudé a sentarse, recostándolo en mis piernas sobre la cama. "Mi amor, ¿qué tienes?" "P-Perdón" balbuceó, irguiéndose y tomando aire de nueva cuenta, tallándose el rostro con las palmas abiertas. No podía verme, no me miraba así que me hinqué en la cama y me coloqué detrás de él, abrazando su torso desde atrás y apoyándole las tetas en la espalda. "No tienes que pedir perdón por nada, está bien, sólo pide ayuda si algo te pasa, ¿sí? Dime qué te tiene así, anda. ¿Es el ...
... estudio? ¿Es esa chica? ¿O el beso?! ¿La besaste?!" deduje con asombro, quizá él, como mi Rodriguito estaba enamorisqueado. "¿De verdad no te das cuenta?" preguntó, volviendo a girarse de medio torso, sus ojos azules, esas joyas preciosas por fin volvieron a dedicarme una de esas miradas tiernas. "Estoy loco por ti, Mariana, me gustas... No, más que eso: te quiero, pero sé que solo soy joven para ti y el beso... Para mi fue lo más maravilloso, la mejor experiencia de mi vida pero tu... Tú no me quieres". "Lalo, mi vida..." No podía creérmelo, mi muchacho estaba allí declarándoseme y ofreciéndome sus angustias y la posibilidad de calmarlas, supe que aquello era de verdad distinto, que podía acabar más si no tenía cuidado. El corazón me decía que debía cuidarlo como a un hermano menor, pero el coño me palpitaba por ese chico que llevaba mucho tiempo mojándome las bragas y dedicándome sus pajas. Me incliné para besar sus mejillas húmedas por las lágrimas, aún arrodillada sobre la mullida cama, luego llegué a sus labios y volví a besarlo como la primera vez, primero despacio para tranquilizar al semental y luego con intensidad para hacerlo correr a mi ritmo, me deslicé sobre sus piernas y me senté a horcajadas sobre sus caderas, guiándolo hacia el colchón con lentitud hasta que lo tuve de espaldas en la cama con sus manos en mis caderas. "Mi vida, también me gustas" murmuré en su oído para volver a alejarme lo suficiente y ésta vez enfocar sus preciosos ojos azules, Lalo ...