Carolina, el precio de la ambicion, Parte 1
Fecha: 29/10/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: consiglieri, Fuente: RelatosEróticos
... respondía como autómata.
"mi mujer se va a poner contenta cuando le cuente que trabajas en la empresa"
Carolina le contestó rápido: "las chicas no saben que estoy trabajando, no se lo digas por favor"
"OK, te llevo hasta tu casa, y de paso me tomo algo con Jorge". Ella le dijo que su marido no sabía que trabajaba para él. "Jorge no me lo hubiese permitido", se le escapó.
"No te entiendo Carolina, pero te dejaré cerca entonces". No hablaron más hasta que él estacionó a 1 cuadra de su casa.
Ya era de noche, él apagó el motor.
"Carlos, sé que es extraño. Trabajo en tu empresa porque lo necesito, denme una nueva oportunidad".
Era su momento, Silvina se aprovechaba de él, aunque la disfrutaba. Y en esta acción Carlos tomaría su ventaja, vengándose de Jorge, y hasta en honor a su mujer, que se sentía menos que esta mosquita muerta.
"No lo sé Carolina, no me gustan muchas cosas, tu forma de proceder, ocultándolo a tu marido, sumado a los errores en el trabajo...", empezó diciendo él
Lo hablo con Jorge, te parece?? Es un tipo inteligente" pinchaba Carlos. Ella negaba, seguía sin poder pensar, se sentía acorralada, se imaginaba siendo el hazmerreir en el club, debiendo cambiar de ambiente, volver a su vida chata de clase media...
"Quiero seguir Carlos, pero no se puede enterar nadie. Trabajaré el doble, más tiempo...", suplicó.
Era su momento, y Carlos avanzó.
"No sé Caro, aunque pensando un poco más, soy un tipo que no necesita nada, solo me doy ...
... gustos simples, los que quiero", y la mano que estaba en la palanca de cambios, se posó sobre el muslo de Carolina.
Cabe destacar que Carolina dedicó sus últimos años a verse bien, físicamente sobre todo, y trabajó en post de ello. Mantenía el cuerpo de una chica de 30 años, con los cuidados de una mujer de 40. Se sentía muy superior a las mujeres del club, que habían dejado que el tiempo pasara de manera natural.
En el auto, y a oscuras, su belleza también se destacaba. Era verano, había ido a trabajar con una pollera suelta y corta. Carlos ya estaba jugando con ese volado, Apretó suavemente su muslo, lo sintió firme aún, ella era lo que aparentaba, una mujer de 40 con un cuerpo de película.
Carolina no había leído la jugada. Sin decir nada, lo miró fijamente, y él no retiró su mano, sino que siguió subiendo. Pensó en salir, en pegarle, pero su ego podía más que su verguenza. Lo dejó hacer.
"Dejame pensar Carolina, lo que definamos, será un pacto entre ambos, como te digo, a esta altura de mi vida, sólo me muevo por gustos", y su mano llegó hasta su bombacha. Carolina era una esposa fiel, miraba pero no pasaba del terreno de las fantasías. Pero estaba decidida.
"Y qué queres que haga??", le dijo a Carlos, entreabriendo un poco más sus piernas.
"Será un trabajo de a dos, mientras siga pensando qué hacer", contestó
y con la otra mano, se bajó el cierre de su pantalón. Ella lo entendió, y metió su mano x debajo de la bragueta
La calle era oscura, estaban a ...