Carolina, el precio de la ambicion, Parte 1
Fecha: 29/10/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: consiglieri, Fuente: RelatosEróticos
... habitual, tardes de té, algo de Gym, y alguna salida. Con excusas, fue evitando gastos mayores
Todo cambió cuando llegó el momento de las vacaciones. la modalidad entre los empleados era cubrirse entre los teams, y a Carolina la cambiaron de turno durante el mes de febrero, por 15 días. Aquel primer lunes de turno tarde modificaría el rumbo de su vida. Y fue cuando reconoció a los dueños.
2 horas después de haber comenzado su turno, entró a la oficina el señor González. Lo reconoció apenas cruzó la puerta de entrada. Bajó su cabeza, él no la vio.
Era el esposo de una de sus mejores amigas del club!!! Carlos González!!! Lo pensó cuando había escuchado su nombre, pero es un nombre extremadamente común. En las reuniones del club nunca hablaba de su trabajo, sabía que tenía una empresa de servicios, y no más que ello. Qué haría? De ninguna manera debía verla. Su pantalla de familia pudiente se caería en minutos, todas sus apariencias tiradas por la borda!!
No podía renunciar, pero tampoco quería que la reconozca. Pensó y pensó, y llegó a la conclusión que sólo serían 15 días, debía evitarlo como fuese durante ese breve lapso.
El primer día González no salió de su oficina, lo único que observó es que la supervisora apenas lo vio llegar, se paró y lo siguió a su oficina. A la hora ella salió, y al cumplirse su horario, se fue. No se lo cruzó, y Carolina pasó su primer día hecha una bola de nervios. Perdió llamados, y hasta contestó mal en algunas de sus charlas con ...
... los clientes. El tema le pesaba, aunque estaba convencida de que debía transitar ese tiempo, que todo volvería a la normalidad.
Al otro día, dijo sentirse mal 15 minutos antes de la supuesta llegada del dueño, y se quedó en el baño por una media hora. Evitó cruzarse, cuando volvió la supervisora tampoco estaba, y a los 20 minutos ella salió. Seguía nerviosa, lo que provocaba que su performance siguiera bajando. González no salía de su oficina. Carolina repitió la rutina los días posteriores, y pasó así su primera semana.
El sábado compartió la jornada de club con sus amigos, y González estaba. Se sintió rara, pero evidentemente él aún no sabía que Carolina era una de sus empleadas.
El lunes mientras se duchaba, reflexionaba: "Sólo me queda una semana"
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"Qué linda puta que es ésta", pensaba González. La supervisora lo miraba, con los anteojos puestos, se pasaba la lengua por sus labios, y se frotaba su pija entre las tetas, ella arrodillada, él sentado en su silla de director. Hacía ya dos años que Silvina era la supervisora, claramente ella lo hacía por poder, desde que ingresó como Telemarketer fue buscando el contacto con González.
Silvina tenía 30 años recién cumplidos, un cuerpo moldeado, y todo al servicio de su ambición. Esta era su segundo trabajo, apenas salió de la facultad de ciencias económicas, empezó a trabajar en una multinacional como vendedora, y al poco tiempo se convirtió en la amante del jefe. la ascendieron, y se desató el escándalo ...