1. Me follo a tu vecino


    Fecha: 01/11/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... para rozar con el nylon de mis medias la cara interna de sus muslos. Con eso consigo que cierre los ojos. Entonces me siento en el sofá y con mis dedos descalzos, tan solo cubiertos por las medias agarro su polla tiesa y comienzo a pajearle, lentamente, ayudada únicamente por mis pies descalzos y sin dejar de sonreírle, haciendo que sienta la fina tela rodeando su dureza y le noto gemir cuando aplico cada vez más rapidez a esa paja con mis pies que como bien sabes, soy muy habilidosa con eso. Alfonso contrae su cuerpo al sentir cada caricia de mis pies, de cada uno de mis dedos, como cuando juego con su frenillo y noto como sale la primera gotita adornando la punta.
    
    De sobra sabes lo mucho que me gusta tu polla y estoy más que contenta con ella, pero esta es diferente, además de preciosa, es prohibida... ¡desafiante!
    
    - ¡Me encanta tu fresita! – le digo bajando mis pies para tomar en mis dedos ese glande sonrosado e hinchado.
    
    Cojo ese elixir que desprende su polla con mis dedos y lo degusto llevándolo a mi lengua, ante la atónita mirada de Alfonso que sigue sin creerse lo que le está sucediendo.
    
    - ¿Tienes nata? ¡Me encantan las fresas con nata! - le digo de repente y vuelvo a acariciar ese glande con mis dedos.
    
    - Sí, en el minibar dentro de una pequeña nevera. - me indica.
    
    Me levanto y camino hasta la barra con mi paso firme, marcando el ruido de mis pies descalzos contra el suelo y justo allí apoyada sobre ese mueble-bar, meneo mis caderas y voy bajando mis ...
    ... braguitas manteniendo mis piernas rectas y flexionando mi cuerpo hasta que la pequeña prenda llega hasta mis tobillos.
    
    Alfonso me observa con detenimiento cuando yo levanto un pie y después el otro, hasta conseguir desnudarme a cámara lenta. Luego estiro bien mis medias inclinando mi cuerpo, sin flexionar las piernas, ajustándolas bien en la parte alta de mis muslos, en una pose de lo más seductora Entonces vuelvo con mis andares felinos hacia donde está sentado tu vecino, con mis braguitas en una mano y el bote de nata en la otra, que agito al mismo tiempo que avanzo hacia él, lo que provoca que mis tetas se muevan juguetonas.
    
    Me pongo en cuclillas sosteniéndome casi de puntillas, ofreciéndole mis piernas abiertas y mi sexo depilado sonrosado e inflamado del que asoma la cuerdita de las bolas chinas. Le sonrío desde mi posición y me muerdo el labio inferior, comportándome como esa niña mala que tanto te excita y por supuesto a él también. Tras agitar un par de veces el bote, lanzo el primer chorrito de nata sobre ese capullo rosado y tu vecino da un pequeño respingo al notar el frío, pero enseguida entra en calor cuando abro mi boca y recojo la nata apretando mis labios al mismo tiempo que succiono esa polla dura.
    
    A continuación, ya no me hace falta más nata, tan solo empiezo a mamar la dura verga de tu vecino, que sabe, por cierto, deliciosa.
    
    - ¡Dios Alba, qué gusto! - gime él.
    
    - ¡Tu fresita está riquísima! - respondo relamiendo mis labios que todavía tienen ...
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