1. La chica de mis sueños


    Fecha: 05/11/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos

    ... notaba que estaba en forma. Una tripa plana ligeramente marcada. El top era también conservador, y no dejaba mucho que ver, pero daba para intuir que de tetas iba bien. Estaba muy buena, pero no iba de diva. Yo intentaba concentrarme en Aneka, que por otro lado no estaba nada mal, me daba pena por ella cuando mi mente se fijaba en Dana.
    
    Dana no solo era una chica bonita. Era bastante inteligente, se le notaba en la cara, en la forma en que miraba. Trabajaba para una consultora tecnológica, y estaba ascendiendo con rapidez. Sin ser muy extrovertida, más bien tranquila y discreta, era bastante atenta. Siempre preguntaba en las reuniones cómo iban las cosas, recordaba cualquier evento, examen, entrevista, visita, cumpleaños, etc. de cualquiera, y mostraba interés. Me llevaba bien con ella, las conversaciones siempre eran interesantes. No me extrañaba que le fuesen bien las cosas en el trabajo.
    
    Pasé los 30, llevaba ya bastante tiempo en Dinamarca, con Aneka. La vida nos iba bien, y claro, las preguntas sobre descendencia empezaron a llegar. Aneka estaba lista, pero yo no tenía prisa. No es que dudase de mi relación, pero muy en el fondo, dentro de mí, algo no iba bien. Poco a poco, con los años, había tratado de enterrar este sentimiento que empezaba a florecer. Más que desaparecer, se estaba haciendo más grande. Ya no me sentía culpable de mirar a otras mujeres, y con el tiempo, de fantasear con ellas. Seguía queriendo a Aneka, pero ya no era lo mismo.
    
    El tan ansiado ...
    ... nieto para los padres de Aneka llegó sin embargo por un lado inesperado. En una de nuestras reuniones familiares, Soren y Dana, por aquel entonces ya de 27 y 29 años respectivamente, anunciaron que iban a tener un hijo. Por un lado, esto me quitó algo de presión, pero por otro, el humor de Aneka decayó. No me reprochaba nada, pero se lo notaba en la mirada y comportamiento, quería un hijo. La relación empezó a deteriorarse, y mi humor empezó a ensombrecerse. No sabía qué hacer. La quería, pero al mismo tiempo ya no la quería.
    
    Con el embarazo, Dana se puso aún más bonita. En este caso, era cierto que las embarazadas se ponían más guapas. Aunque seguía vistiendo de la misma forma, nunca escote, se notaba que las tetas adquirieron más volumen. Mi mente ya calenturienta empezó a fijarse más de lo normal en ella. Hasta entonces había sido un pasatiempo, una chica en la que me fijaba, pero nada más allá. Me empezaba a preocupar que mi mente pensase habitualmente en ella. Cuando tuvieron el niño, Soren y Dana anunciaron que ella iba a dejar de trabajar a tiempo completo. Es más, iba a pedir una reducción de jornada para trabajar solo 2 días a la semana. Esto era bastante habitual en Dinamarca, país que ayuda bastante en la conciliación familiar. Sin embargo, en la práctica, especialmente para Dana que no había cumplido todavía los 30 años, supondría un parón en su carrera. Parecía convencida de ello y no preocuparle. En mi opinión, para una chica tan brillante y ambiciosa, era un ...
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