1. La lluvia de mi mujer


    Fecha: 09/11/2021, Categorías: Fetichismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... baño.
    
    ¿cómo?, se rió, ¿mi putita quiere mear?
    
    Sí, o lo hago ahora o luego en plena faena puede ser peor.
    
    Vale, vete, te espero…pero no te hagas una paja!
    
    Me fui al baño con la polla bien dura ya, abriendo paso. Cuando estaba entrando noto que me sigue hasta allí.
    
    Me pone verte mear, ¿te importa que te acompañe?
    
    No claro…mejor todavía, ¿por qué no me sujetas mientras meo?, le dije. Recuerdo que lo hiciste una vez hace años y me puso mucho.
    
    Uhmmm, sí, lo recuerdo. Muy morboso. Pero recuerdo también que esa vez tenías algo metido en el culo y te dio mucho placer. Me dijo sonriendo maliciosamente.
    
    Sí lo recuerdo, le contesté.
    
    Ya dentro, me acerqué al váter y ella me agarró la polla con la mano izquierda apuntando.
    
    Apunta más abajo, cuando la tengo dura el chorro sale más fuerte así no mancho por fuera.
    
    Vale, pero déjame a mi. Me dice. Apoya las manos en la pared y agáchate hasta la posición que creas para apuntar.
    
    Le hice caso con ganas de saber qué tenía pensado, en la posición que estaba me estaba yendo hacia adelante con el cuerpo y compensándolo con el gesto de agacharme para que mi polla apuntase hacia abajo… pero sacando mi culo, en posición de ser empotrado desde atrás.
    
    Venga cariño, ya puedes mear.
    
    Me susurra con malicia mientras me mete 2 dedos entre las nalgas, abriéndose paso en mi culo suavemente con la mano derecha y me sostiene la polla apuntando al váter con la mano izquierda.
    
    Joder, qué placer. Ya solo sus dedos son ...
    ... maravillosos, pero la postura sumisa, su mano en mi polla agarrándola con firmeza y la situación, a punto de mear.
    
    No sé si os habéis dado cuenta que, al mear, hacéis una contracción con el esfínter, supongo que para generar fuerza para expulsar el chorro de orina. Pues imaginaos el hacerlo con algo metido en el ojete… un placer enorme!
    
    Como he dicho, esto ya lo había experimentado antes una vez, y además de disfrutarlo me sorprendió. Esta vez lo disfruté más todavía. Meé a chorros, cada vez que soltaba un chorro y mi esfínter se contraía sobre los dedos de María, una corriente de placer cruzaba mi cuerpo y gemía como una perra. Esto me cortaba la meada…y vuelta a empezar… apoyándome en la pared para no caerme por las sensaciones extremas que estaba sintiendo.
    
    Debí tardar 1 minuto por lo menos en mear, o más, no lo sé, estaba concentrado en el placer que sentía, y en no caerme también. Mi mujer estaba cachonda también, disfrutando mucho de lo que me estaba haciendo, de cómo me tenía… la oía ronronear detrás de mi, su cuerpo pegado al mío, sus dedos en mi culo, su mano cogiéndome la polla.
    
    ¿has terminado putita?, me dijo cuando dejé de mear.
    
    Sí, ya está mi amor.
    
    Bien, quédate aquí, no te muevas.
    
    Dicho esto, sacó sus dedos de mi culo despacio, se lavó las manos y se fue sonriendo a la habitación. Me quedé quieto en mi posición, jadeando y saboreando el placer de lo que acababa de pasar.
    
    Oí a mi mujer abrir cajones y movimiento en la habitación, hasta que ...
«1234...12»