1. La lluvia de mi mujer


    Fecha: 09/11/2021, Categorías: Fetichismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... chocho.
    
    ¿puedes follarme o ya estás acabado cariño?.
    
    Súbete que tengo polla para ti, le contesté.
    
    Mi polla estaba durísima todavía, así que se ensartó bien con ella, hasta los huevos, y empezó a moverse mientras nos morreábamos, culeando rápido, tenía toda la pinta de que iba a tener un orgasmo en breve, estaba frenética.
    
    No duró mucho, pocos minutos. Fue aumentando el ritmo hasta que dejó de besarme y empezó a temblar y a gritar de placer. Un orgasmo, su tercero del día, muy largo, intenso y ruidoso. La dejé que marcase el ritmo hasta el final, pareció durar un minuto por lo menos, hasta que se paró y se quedó quieta jadeando.
    
    Joder, ¡qué fuerte, tres seguidos!
    
    Eres una máquina cariño
    
    ¿quieres que te haga una paja y te saco otra corrida?
    
    ¡No!, ¡me vas a matar!, la verdad es que me dolía la polla del trote final, la tenía todavía muy sensible del orgasmo.
    
    Venga machote, seguro que hago que te vuelvas a correr en un par de minutos.
    
    Me lo pensé, pero estaba agotado física y mentalmente. Tanta excitación me ...
    ... había dejado rendido, y mi polla empezaba a descender.
    
    Mañana repetimos, y me dejas que te mee yo encima a ti.
    
    Ni de coña, aquí soy yo la que manda y harás lo que te pida.
    
    Nos reímos y nos levantamos a lavarnos y prepararnos para dormir.
    
    Al día siguiente follamos otra vez, más convencional esta vez, no hubo ni sexo anal ni lluvia dorada, pero estuvo muy bien, siempre está muy bien claro.
    
    Desde este día hemos repetido la lluvia dorada, ella a mi siempre, no quiere lo contrario, cosa que le he pedido y me gustaría claro, pero por ahora no. Pero lo que más le gusta, y a mí, es follarme el culo. Eso es algo que hacemos habitualmente, tanto con la polla de goma, con dildos o cuando me la chupa o me hace una paja, sus dedos se van a mi culo de manera natural y termina metiendo 2 o 3 dedos sin problemas hasta que me saca la leche, y hace el orgasmo mucho más intenso.
    
    Seguiré insistiendo en hacerle yo una lluvia dorada, me encantará mearle en la cara, como ella me hace, y sentir ese placer de la dominación y la humillación. 
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