Mi primer regalo de navidad
Fecha: 10/11/2021,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos
... pregunta más, fingiendo inquietud por lo que su novia pudiese pensar de enterarse que se andaba divulgando su vida privada de esa manera, a lo que enseguida me respondía “Para nada.”
En un principio creí que me lo decía para que me quedara tranquila, pero continuó explicándome que, además de haber relatado su vida íntima en familia, de hecho a su novia le gustaba hacer pública su sexualidad, confesándome que ella hacía lo mismo con sus amigas todo el tiempo.
Y entonces no supe que pensar. Si todo eso sería una vil mentira planeada, o si en verdad su relación era así de abierta. En tal caso me parecía imprudente, me había dejado una imagen de su novia muy baja, como si no le importara su noviazgo, la imaginaba como una cualquiera.
Pero aun así me carcomía la envidia, de ser todo cierto, el imaginar hacerlo como lo había relatado me hacía desear por experimentar en carne propia, aunque fuese una de aquellas veces. Me moría de ganas por ser la zorra de mi primo.
“¿Y además de exhibir sus intimidades en la cama, qué más le excita?” le pregunté, refiriéndome a su pareja sentimental, arrancándole una risa espontanea. Me respondía que le gustaban los juegos de rol como ya nos había confesado. Compartí su risa y me atreví a cuestiónale qué era lo que le gustaba a él.
Pausó un momento, suspiró y en tono más serio me confesó que le gustaba hacer feliz a su pareja, le gustaba lo que a ella le gustara, venga, que le excitaba excitar. Y sin duda lo que a mí me excitaba, ...
... era él.
Tan solo de escuchar su voz y saber que estaba en mi cuarto, era suficiente para maravillarme y deleitarme con su presencia, mientras mi mano regresaba a mi entrepierna bajo las sabanas de mi cama jugueteando con mi clítoris erecto regocijándome con las palabras de aquel chico maravilloso, hermoso y atlético, menospreciado por su estúpida amante que no le sabía valorar.
Finalmente enmudecimos y la oscuridad del cuarto apagó nuestros ecos. Cansado, mi primo poco tardó en conciliar sueño, pero yo no podía, estaba insoportablemente caliente, realmente necesitaba tocarme. Así que continué tocándome con extrema cautela de no alarmar a mi primo.
Pero estaba tan excitada que mi respiración se aceleraba agitadamente, los latidos de un corazón embestían con rudeza bajo mis senos y mis dedos me proporcionaban un hermoso placer asiéndome gemir un poco, al sentir las tortuosas carisias de mis dedos en mi mojado coño que hacían ruidillos húmedos bajo las sabanas. Dibujando aquellas fantasías en mi mente, lentamente sentía mi vagina dilatarse a punto de hacerme venir.
El silencio se veía desgarrado por los sonidos de mis dedos restregando mis fluidos en mi vagina y por mis sutiles quejidos que exhalaba sensualmente incapaz de contener el aliento de lo excutada que estaba. Al tiempo que me imaginaba el cuerpo de mi primo sobre el mío, sentir sus caricias y saborear sus besos, seguía y seguí dándome placer.
Entonces no lo soporté más y salí de la cama, me desnudé, y así, ...