1. Por el culo a la Contadora


    Fecha: 10/11/2021, Categorías: Anal Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Les contaré una anécdota más con la nalgona y rica contadora Sara, de ella ya les hablé en otras ocasiones, de cómo me la he dado hasta en la bodega de la empresa y de lo rico que coge. Hoy contaré una ocasión más.
    
    Era mayo y esto de la cuarentena por la pandemia nos tenía en jaque, dejé de verme con muchas mujeres por esa razón, así que solo me limitaba a chatear eróticamente con ellas, una de las principales era Sara, que según ella decía que extrañaba nuestros encuentros en la bodega de la empresa, lo cual admito que yo también.
    
    Los chats eran muy calientes, nos mandábamos videos masturbándonos, fotos desnudas, ella era más aventada ya que lo hacía mientras su cónyuge dormía o estaba en otra cosa, creo que el hecho de saber que él estaba ahí la ponía más caliente.
    
    S: Que rica verga, ¡no sabes como la extraño!
    
    L: ¡Y yo extraño tu delicioso coño!
    
    Una tarde recibí un mensaje de ella, un mensaje entré caliente y de desesperación.
    
    S: Estoy sola, por favor ven, ¡necesito tu hombría!
    
    Al leer este mensaje una adrenalina me cimbro mi cuerpo, le conteste que me mandara la ubicación, así que tome mi cubre bocas y me dirigí hasta su casa.
    
    Ella como vivía con su pareja, ambos vivían cerca de Zaragoza, por esas calles medio feas, la casa era pequeña de un piso y estaba en medio de una tienda y un lote baldío, toque la puerta y ella salió abrirme, se veía bien en su short de licra mostrando sus ricas piernas y marcando su delicioso par de nalgas, era la primera ...
    ... vez que la veía así y admito que desde ese momento mi verga empezó a endurecerse.
    
    Sin nada que decir, ella se abrazó a mi cuello y me beso apasionadamente, su lengua quería comerse la mía, no me importo que la pandemia estuviera a tope, ambos nos besábamos apasionadamente.
    
    Entramos a su habitación, mis manos tocaban sus duras nalgas una y otra vez, luego rosaban su coño que ya se sentía húmedo, subían para acariciar sus pequeñas tetas y finalmente terminar acariciando su boca, Sara estaba súper caliente.
    
    S: ¡Dios, no sabes cuánto necesito esto!
    
    L: Que buena te ves, ¡uhm!! ¿Y tu marido?
    
    S: No está, no te preocupes por él, ¡no nos estorbara!
    
    Me comenzó a quitar la ropa, parecía desesperada, me recorría con su lengua lo cual me al puso durísima, de mi cuello a mi pelvis, bajo mi trusa y se detuvo a lamer mis entrepiernas y a lamerme mi tronco.
    
    Me acostó en su cama y se desnudó mostrando su rica vagina con un poco de vello el cual se veía muy antojable, Sara se agacho y empezó a comerse mi verga, lo hacía con desenfreno, al succionaba, lamia con fuerza y mordía, que rico trabajo, de verdad estaba ansiosa de pito.
    
    L: ¡Ah!!! ¡Qué rico mamas!!
    
    S: ¡Ya quería comer una buena verga!!
    
    L: ¿Qué? ¿La cuarentena te está afectando?
    
    S: Como no tienes idea, ¡no es lo mismo con el!
    
    Ella continuaba mamándome la verga y jalándomela con fuerza, la ponía en sus tetas y trataba de hacerme una “rusa” pero lo que más me mataba era la forma en cómo se tragaba mi verga ...
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