Orgia en casa de la jefa
Fecha: 16/11/2021,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... correr, que bien lo comes, cabrón. Me corro, me corrrroooooo, aaaarrrggggg. Que gustoooooo, siiiiiiiiii.
Su cuerpo no paraba de convulsionarse por el intenso orgasmo que estaba sufriendo. Intentaba cerrar las piernas, pero yo no se lo permitía, obligándole a mantenerlas bien abiertas mientras yo seguía besando y lamiendo su coño ahora de manera más tranquila para que fuese recuperando la calma. Cuando noté que su cuerpo se relajaba, me incorporé y volví a buscar su boca para darle besos cortos pero muy sensuales, me encantaba esa boca, y no pensaba dejar de besarla en toda la noche o el tiempo que pudiese.
Así estábamos ensimismados en nuestros besos cuando de repente se abrió la puerta y apareció Helena.
- ¿Pero bueno qué son esos jadeos y esos gemidos?! -dijo entrando y cerrando la puerta tras de sí. - Os habéis escapado para venir a follar aquí solos, ¿eh?¡Ya me podíais haber avisado! -dijo con una mirada de lujuria al ver a Daniela sobre el mostrador y abierta de piernas.
Luego dirigió la mirada hacia mi polla tiesa y con un contoneo muy sensual vino hacia mí, me cogió la polla con una mano y empezó a pajearla muy suavemente. Con los dedos de la otra mano tocó el coño de Daniela y pudo comprobar lo húmeda que estaba. Metió su dedo corazón hasta el fondo de la vagina de mi jefa, el cual debido a la gran calentura que tenía, entró sin ningún problema. Las dos mujeres se miraban muy fijamente a los ojos, una era la sumisa que en ese momento estaba a merced de la ...
... dominadora quien muy despacio seguía masturbándole, hasta que decidió que era suficiente y sacando su dedo lleno de jugos, se lo llevó a la boca y disfrutó de tan rico néctar.
- Hhmm que rico sabe -dijo en voz alta mientras seguía meneándome la polla.
- ¿Te la has follado? –me dijo sonriendo y mirándome a los ojos con cara de lujuria. – ¿Eh, cabrón? ¿Te la has follado ya? –me preguntaba aumentado la velocidad de la paja. – Creo que no, si no ésta no estaría tan gorda y dura –dijo mirándome la polla.
No podía decir nada. La cabrona sabía cómo menearla y consciente de ello cambio a su mano derecha para poder afinar con los movimientos. Yo estaba rendido del gusto. Cerré los ojos disfrutando del momento. Pronto sentí como me rodeaba el cuello con otro brazo y comenzaba a besarme en la boca, metiéndome la lengua hasta la campanilla.
- Vaya, está muy dura, pero el capullo está un poco seco. Por eso sé que no se la has metido todavía a esta zorra. Esto hay que remediarlo – y acto seguido se puso de cuclillas y se metió toda mi polla en la boca hasta que le hizo tope con los huevos.
Empezó a comerme la polla muy despacio humedeciéndola de maravilla y en su totalidad. En menos de un minuto ya tenía babas rebosando de su boca. Como la posición era un poco incomoda, se puso de rodillas para seguir con la mamada. Con su mano derecha sujetaba mi polla mientras que con la izquierda iba alternando el sobarme el culo y los huevos.
Aproveché ese momento de cambio de postura ...