1. Una flaca a todo dar


    Fecha: 18/11/2021, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Todo comenzó por la necesidad de tener una secretaria que me permitiera disponer de mayor tiempo para mis proyectos, siempre me encontraba con el problema que venia gente a verme con el solo fin de conseguir información distrayendome de mi negocio principal y por supuesto gastando mí tiempo inutilmente. A sugerencia de un amigo, decidí contratar una secretaria, lo que no fue del agrado inmediato de mi mujer, ya que compartiría demasiado tiempo con ella y eso era peligroso, pero la necesidad se impuso y decidí colocar un aviso en el diario con el fin de seleccionar a la candidata adecuada. Confieso que nunca pensé algo más que una persona que me sirviera a los fines que tenía destinados, jamás se me pasó por la mente tener sexo con ella, pero las cosas estaban destinadas a ser distintas a lo que yo suponía. Después de analizar diversos curriculos, decidí por una dama que me pareció lo suficientemente seria y responsable para el trabajo, la selección se hizo un día viernes y quedó de comenzar el lunes siguiente a primera hora (9 am). El día sábado salí a dar una vuelta con el ánimo de comprar algo de música y me encontré a boca de jarro con alguien a quien hacia mucho tiempo no veía, era Anita, secretaria de un amigo y que deambulaba por el mall, nos saludamos de beso en la mejilla y le pregunteé que era de ella. Me contó que hacia ya ocho meses que había tenido que dejar de trabajar con Rubén, ya que había trasladado su oficina a Santiago a raíz de un proyecto grande que ...
    ... había ganado y que para ella había sido imposible seguirlo, por lo que desde esa época estaba cesante y a raíz de eso muy complicada. Me dio lata el enterarme ya que hasta el dia anterior yo tenía una necesidad que ya había cubierto y que perfectamente Anita habría podido realizar, ya que la conocía como una persona muy responsable y eficiente y además "perro fiel". No quise comentarle el asunto pero le dije que si sabia de algo, le avisaría, que me diera su celular y ya veríamos, me lo agradeció y cada uno siguió con su cuento.
    
    Anita en realidad físicamente no era gran cosa, tal vez bonita de cara, labios gruesos, un busto de tamaño regular pero que se intuía firme, lo peor era su delgadez, flaca como un palillo y tenía tanto trasero como una puerta, era como si de su tronco nacieran sus piernas directamente, saltándose el culo. La verdad es que no resultaba para nada sexualmente atractiva y nunca la había mirado con otros ojos.
    
    Llegó el dia lunes y me preparé para el debut de mi secretaria nueva a quien debía instruir respecto de sus obligaciones, dieron las 9 y no apareció, las diez, las once, recién al mediodía llegó fresca como una lechuga y como si nada hubiera ocurrido, a esa hora ya no contaba con ella y no acepté explicación ninguna, simplemente le dije que el trabajo ya no estaba disponible, me miró con cara de disgusto y se fue. Entonces recordé a Anita y decidí llamarla por si le interesaba el trabajo, que era ligeramente distinto al que hacia con Rubén, pero ...
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