1. Una flaca a todo dar


    Fecha: 18/11/2021, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... igual sencillo de realizar.
    
    Cuando le llame, Anita salto de alegría y me dijo que a las 3 de la tarde estaría en mi oficina para conversar, se mostró muy contenta y me agradeció mi preocupación.
    
    A las 3 de la tarde efectivamente llegó, conversamos sobre el trabajo, el sueldo le pareció bien y quedo inmediatamente trabajando.
    
    Anita rápidamente se apropio del trabajo, ordeno, limpio, y estableció muy pronto un eficaz sistema de atención que en pocos días facilito enormemente mi trabajo, aumentando notablemente mi productividad, estaba contento con ella, mi objetivo estaba cumplido y por otro lado mi mujer conforme ya que la conocía y sabía que estaba muy lejos del tipo de mujer que me gusta. Todo andaba bien hasta que se produjo una situación muy desagradable que significó la perdida de un negocio muy importante a raíz de una filtración de información en una oficina gubernamental, lo que me dejo fuera de competencia y por supuesto con la perdida de todo el tiempo invertido.
    
    Esto me hizo estar de mal humor y por supuesto con un genio endemoniado al cual Anita no se pudo sustraer. Ella me vió en esta situación y se acercó por mi espalda y me dijo, jefe, no es para tanto, la experiencia ganada aun es posible aprovecharla y además hay otros proyectos, relájese, que le parece un masaje y si no, tengo un remedio mucho mejor…Al mismo tiempo que con sus manos huesudas me masajeaba los hombros, la verdad es que me hacia falta y me deje hacer, se sentía de maravilla y ...
    ... realmente sabia lo que hacia, comencé a tener un ligero adormecimiento, fue en ese momento en que me dijo al oído muy suavemente: ¿ Quieres que te la chupe?, tuve un estremecimiento, pensé que había escuchado mal y abri mis ojos como un plato, ¿que? Dije, no te asustes me dijo, a Rubén le encantaba cuando estaba tenso y se relajaba inmediatamente cuando se la chupaba. No podía creer lo que escuchaba, Rubén se comía a la flaca Anita y ahora la flaca quería pecar conmigo. Le agradecí sus atenciones y la rechace suavemente, le dije que no era necesario. La verdad es que estaba muy incomodo, no esperaba una oferta así y menos de la flaca Anita.
    
    Los días pasaron y mi incomodidad crecía, nunca había esperado algo como lo sucedido y me parecía conveniente conversar el asunto con Anita pero no encontraba el momento preciso, hasta que ella tocó el tema.
    
    Te molestaste? Me pregunto un dia
    
    No, le dije, es decir si, en realidad no sabia que decirle, me complicaba el tema, no es fácil rechazar una oferta así, pero por otro lado, aunque no lo deseara, me había imaginado la boca de labios gruesos de Anita alrededor de mi pene y me había excitado.
    
    En realidad me sorprendió tanto lo que me dijiste que no supe como reaccionar.
    
    No te preocupes, me dijo, te entiendo, espero no hayas pensado que soy una salida, pero junto con dejar a Rubén, perdí mi dosis regular de pinga y ya estoy que corto la huinchas, me dijo.
    
    Entonces me entraron las ganas de saber la verdad de lo que había ...
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