El tío de la criatura
Fecha: 19/11/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... visto en chándal”
“Eso tiene remedio. ¿Kieres kedar para ver una peli?”
Cristina se mordió el labio, dubitativa. Llevaba varios meses en dique seco, y no porque no fuera atractiva, que lo era, sino porque con aquel trabajo y tanto cambio de residencia era muy complicado tener vida social. Tenía ganas de echar un buen polvo, claro, pero… ¿el tío de una alumna? Nadie lo prohibía, pero no acababa de sentirse cómoda con ello. No quería ir dando que hablar; Castilla será muy extensa, pero el mundo educativo es muy pequeño. Cuando ya había decidido darle largas, entró otro mensaje.
“O a tomar un cafetiyo”
“Mejor el café, que ya me sé yo el final de la película”
“Ke boba jeje. Esta tarde a las 5 en el Pipos?”
“Ok”
“No se te olvide”
“Tranquilo. Voy a ver si acabo de comer”
Ni se enteró de a qué sabía el segundo plato. Lo engulló con rapidez y fue a cambiarse de ropa. Unos vaqueros ajustados y un jersey corto, que no impedía la visión de su culo bien trabajado. Se maquilló discretamente y volvió a cepillarse el pelo. Unos botines con tacón y una cazadora corta completaron el look.
Le sobraba una hora, pero estaba inquieta, así que aprovechó para hacer la maleta y avisar a su familia de que no saldría hasta el día siguiente.
A las cinco en punto salió de su piso. No quería llegar antes de tiempo y parecer desesperada, aunque tuvo que hacer un esfuerzo consciente para ello. Tampoco se quiso detener mucho a pensar por qué estaba tan nerviosa si había ...
... decidido que no se acostaría con el chico aquel.
Cuando llegó al bar, Manuel estaba en la terraza con un cigarro de la mano, a pesar del frío. Ella encendió otro después de darle dos besos.
“Ya pensaba que no venías”
“Te habría avisado”
“¿Qué tomas?”
“Café solo, gracias”
Manuel dejó el cigarro en el cenicero y entró en el bar. Salió con un café solo y un cortado, que humeaban deliciosamente en la tarde fría. Se sentó a su lado.
“¿Cuánto llevas en el colegio? No te había visto por aquí.”
“Dos semanas. Cubro la baja de Natalia”
Se enredaron en una conversación ligera, sobre el trabajo, los gustos, y en qué gastaban su tiempo libre. Así Cristina se enteró de que había acertado, Manuel estaba en paro y de vez en cuando trabajaba en lo que iba saliendo, pero no solía aguantar mucho antes de que le despidieran.
“¿Y qué pelis me recomiendas?” Preguntó Cristina después de un rato.
“Hay muchas buenas. Si tienes un rato después de cenar, vemos una, ¿tienes primevideo?”
A ella le entró la risa. ‘Qué insistencia’, pensó.
“Sí tengo, sí. Bueno, te paso luego la ubicación y te vienes”
“Bien.”
Al poco rato se despidieron, siendo invierno, la noche caía pronto y el frío hacía incómodo seguir en la terraza.
Cristina tenía un torbellino de pensamientos en su cabeza según iba andando hacia casa. No quería exponerse, pero tenía que reconocer que Manuel tenía algo que la atraía sin remedio. ¿El descaro? ¿La pinta de chico malo? No lo sabía, pero ...