Mi vecina joven y nalgona se coge a mi esposo
Fecha: 21/11/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Guadalupe HC, Fuente: CuentoRelatos
... en cuanto Sara se paró enfrente, le empezó a lamer las nalgas como loco. Yo no sabía ni que hacer, mis hijos estaban arriba jugando y la zorrita de Sara estaba acá abajo en la sala con las nalgas bañadas en miel, arriesgándose a qué pudieran verla así.
Sara: Ya decídete Lupe, vas a cuidar a tus hijos o te vas a quedar a ver? me desespera que estés parada sin saber que hacer.
Yo no conteste nada y simplemente me senté a ver, pero vigilando que no bajaran mis hijos por las escaleras.
Sara: Pues al parecer te vas a quedar verdad?
Yo: Si, pero termina pronto por favor, mis hijos podrían verte. (Dije preocupada)
Sara: Ya te dije que si tanto te angustia eso vallas a cuidarlos Lupe, yo cuido de tu esposo no te preocupes jajaj. Mira nada mas como lo tengo. Además el que se tendría que apurar es tu esposo. Pero va estar lamiéndome las nalgas un buen rato jaja. Así que ya mejor relájate Lupe.
Mi esposo ni me prestaba atención, ni siquiera levantaba la vista por estarle lamiendo las nalgas a Sara.
Yo: Ay Antonio de verdad te pasas, no puedo creer que te rebajes a esto.
Sara: Ay ya déjalo en paz Lupe, relájate es solo un reto que le puse y lo está cumpliendo. Mira de mientras hay que platicar en lo que tú esposo termina de limpiarme las nalgas va? jajaja.
La perra de Sara tenía a mi esposo lamiéndole las nalgas y aparte de todo se burlaba de mi. De verdad me sentía muy impotente en ese momento por no poder hacer nada. Pero a final de cuentas yo era la que ...
... tenía la culpa por haberle dado a Sara el permiso. Cuando mi esposo termino de lamerle las nalgas a Sara ella se paró y se subió las mallas nuevamente. Y mi esposo se fue al baño de inmediato, ya se imaginarán para qué. En lo que mi esposo estaba en el baño, Sara me susurro:
Sara: Espero que ya con esto te haya quedado claro que puedo cogerme a tu esposo cuando quiera. Perdiste la apuesta, y aparte de todo lo único que te ganaste fue ver a tu esposo limpiándome la miel de mis nalgas.
Nuevamente ese comentario me enfureció como no tienen idea, y me enojaba aún más que ella pensara que ya me había ganado la apuesta. Y le contesté enojada:
Yo: No has ganado nada, solamente le has estado poniendo tus retos ridículos a Antonio, eso no prueba nada, el solo lo hace porque yo se lo permito, si no fuera por mi, él no te voltearía ni a ver.
Sara: Tú crees? Jajaja, porque yo lo vi muy emocionado comiéndose la miel.
Yo: Eres una ridícula Sara (le dije nuevamente molesta)
Sara: Oye porque te enojas conmigo? Jaja, si tú eres la que me está dando el permiso. Pero si ya te dio miedo, cancelamos la apuesta si quieres.
Las palabras de Sara me molestaban, porque lo que decía era verdad, yo misma era la que le estaba permitiendo hacer todo eso. Pero no quería cancelar la apuesta porque si no ella pensaría que se habría salido con la suya y que había ganado. Además de que eso sería muy humillante para mí, porque yo ya le había dicho completamente segura de que no creía que ella ...