Persuasión a la perversión (II)
Fecha: 22/11/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Alexonicex, Fuente: CuentoRelatos
... correrme en su boca, mucho más fue a parar a su cara. Seguía tocándose, no había llegado. Le terminé de bajar las bragas y le empecé comer el coño. Lo disfrutó enseguida mientras se relamía en mi corrida. Le metí dos dedos, simulando una penetración mientras paseaba mi lengua por su clítoris alternando círculos.
Cuando le encontré el punto, me agarró del pelo y me apretó más contra su pubis.
—Sí, sigue así, más...
Sus palabras se quedaron atrancadas por el orgasmo que se estaba llevando. Notaba las contracciones en mis dedos.
Se quedó exhausta en su silla recuperando la respiración. Yo sentado en el suelo miraba su cuerpo, deseando cogerla del pelo y ponerla a cuatro patas y empezar a darle duro por el culo, pero hasta que no consiga otra erección... habrá que esperar.
Me incorporé observándola fijamente mientras me tocaba el miembro, a ver si conseguía levantar el campamento.
—¿Quieres más? —me preguntó cuando se dio cuenta.
—Te follaba hasta partirte en dos.
Se rio.
—Aquí estaré, no tengo planes para la noche, así que ¡estoy a tu servicio! —exclamó haciendo el saludo del ejército. Todavía tenía rastros de mi semen entre sus tetas y los labios. Esbocé una sonrisa y salí del cuarto, tomé una ducha y me fui a dormir.
A las cuatro de la mañana me desperté con la tienda de campaña. Aún quedaban dos horas para levantarme, así que opté por probar a ver donde estaba el límite con mi pequeña soldadita.
Piqué a su puerta, puede que esté despierta ...
... jugando a algún juego, pero no respondió. Abrí la puerta un poco y me asomé, viéndola dormida. Pensé un momento en dejarlo, pero ¡qué demonios! Todo esto empezó por follarnos dormidos. Cogí una goma, entré en su cuarto y encendí la lamparilla. Estaba tumbada boca abajo, durmiendo profundamente. Me saqué el manubrio, le aparté las bragas y me froté un poco con sus nalgas, a lo que respondió con un "um" e hizo una mueca. Me puse el condón y me lancé a la aventura.
Seguro que se despertará, y me daba igual lo que pasara. Entró fácil, comparado con lo que me costó clavársela en el trasero, esto era pan comido. Cuando ya estaba dentro, empecé a bombear suavemente mientras le agarraba las nalgas y se las subía para tener una mejor visión de la penetración. Empezó a gemir y a morder la almohada, y en atisbo me echó una mirada con una sonrisa. Estaba despierta, pero hacía como que no, a mi me daba igual, estaba disfrutando de su coño, y pronto disfrutaré de su culo otra vez. Le abrí las nalgas para contemplar su ojete, esa fuente de placer que me ha hecho disfrutar del sexo otra vez. Pensando en follarle el culo llegué al orgasmo. Sentía mi rabo con sus espasmos en su vagina mientras le agarraba el culo.
Ella seguía haciéndose la dormida. Así que se la saqué, comprobé que no hubiera problemas con la goma y me dispuse a salir del cuarto.
—Buenas noches —me dijo mientras se daba la vuelta bocarriba, con un tono de resentimiento por dejarla a medias.
—Buenas noches respondí —y ...