1. Un día cualquiera se convierte en una aventura muy húmeda


    Fecha: 29/11/2021, Categorías: Hetero Autor: locol1169, Fuente: CuentoRelatos

    No sé si empezar a contar esto desde la primera vez o llegar al momento álgido de la relación.
    
    Era un día normal para cualquier Godín, el trabajo normal y se llegaba la hora de la comida. Yo aprovechaba para salir al gimnasio.
    
    Como buen Godínez que se respete, traía mi comida en tuppers, más porque la zona donde trabajo es muy caro para comer fuera y siendo los últimos días de quincena no había forma.
    
    Los cargaba hasta el lugar del ejercicio, al terminar me daban chance de calentarla e ingerirla en unas mesitas de la cafetería del lugar.
    
    Tenía una “socia” del ejercicio, de esas que apoyan y motivan cuando tienes flojera y quieres desertar del gym y viceversa, apoyarla en los días que hay veces que llevarla a rastras.
    
    Ella es de formas redondas, trasero voluptuoso redondo y duro, resultado del ejercicio diario. Es un 34 B, nada sorprendente pero con una cintura que provoca una ilusión óptica deliciosa. Siempre impecablemente maquillada y con ropa que luce el modelo completo.
    
    Cabe aclarar que ya hemos caído en la tentación de nuestro cuerpos, pero esa es otra historia que ya les narraré en otra ocasión.
    
    Salí de mi oficina y encontré a Samantha en la recepción, me dio beso de saludo y me comenta
    
    -Loco, muero de flojera de ir al gym, olvidé la comida en casa y ando bien gastada como para comprar comida.
    
    -Cómo crees, vamos al ejercicio, sirve que nos desestresamos.
    
    -Anda vamos a mi casa ahí te quito el stress y comemos ahí.
    
    No me podía resistir, ...
    ... eso significaba que tenía ganas de follar y tal vez dormir un poco.
    
    -Ok vamos solo porque me insistes… -reímos porque los dos sabíamos que iba a pasar.
    
    Se nos quedó viendo la recepcionista con cara socarrona porque creo que imaginó a qué íbamos, ella era amiga de Samantha y tal vez hasta habían platicado de mi desempeño.
    
    Regresamos al elevador y bajamos al estacionamiento, Aunque solo era un piso, aprovechó para darme un beso en la boca de 30 segundos y tocar mi miembro. Como si estuviera revisando que trajera todo listo y dispuesto, yo amasé su trasero como cuando checas el tamaño de tu almohada, fuerte para probar la resistencia, soltó un gemidito lánguido de aprobación.
    
    Caminamos despacio por el estacionamiento, hablando trivialidades, aunque estábamos en la oficina y es recomendable ser discretos, ella se colgaba de mi brazo como colegiala saliendo de la escuela.
    
    Subimos a su auto, una SUV espaciosa que había sido testigo de duras batallas de mi mano vs su pantalón o contra el seguro de su bra.
    
    Traía una falda gris oxford, no tan corta pero con una abertura interesante que mostraba su muslo derecho, bronceado, marcado pero sobre todo con esa curvita que marca la pierna, que recorre desde la ingle hasta la rodilla que permitía, la abertura permitía el acceso rápido a su monte de venus.
    
    Una blusa negra con botones la cual siempre desabrochaba para dejarme ver el interior... El cual era negro, con un poco de encaje… con unas bubies redonditas…
    
    Estaba ...
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