Para follar da igual tu cama que la mía (Parte II)
Fecha: 30/11/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
Todo había pasado tan rápido y como un sueño parecía despertar de él, en la cocina haciéndose un café mi prima miraba por la ventana a punto de irse a trabajar, Ana era guía turística y tenía un grupo esperando en Oviedo, Alex todavía dormía y allí a solas con ella en la cocina me sentía mal por lo sucedido la noche anterior, se la veía disgustada y arrepentida por lo que había ocurrido, al fin y al cabo fue ella quien empezó todo la tarde anterior y con una caricia me preguntó como estaba, que sentía lo de anoche y que su enfado no era conmigo sino con Alex y que la perdonara si en algún momento me había sentido incómoda.
Lo que Ana no sabía que yo fui igual de culpable que ellos al principio de la tarde y que ya por la noche yo era quien quizás más deseaba acostarme con su novio, pero evidentemente no se lo iba a decir, quedé como la niña buena, como a la niña que obligaron hacer algo que no quería, una niña dulce e inmaculada y todo lo contrario, era una niña con ganas de sexo, aventurera sin miedo a lo desconocido y ahora que Alex me había abierto los ojos, una niña buscando cómo disfrutar de su sexo.
Quedamos en vernos por la noche cuando llegara, salir a cenar tranquilamente y acostarnos pronto para así estar descansada cuando el lunes mis padres pasaran a recogerme, la oí despedirse desde la puerta cerrándola tras de si y el silencio inundó nuevamente la casa, un silencio roto solo por el tintineo que daba mi cucharilla al dar vueltas a la taza de café, mirando ...
... por la ventana y despidiéndome de mi prima Ana con la mano, me acababa de levantar y tenía unos pelos horribles de una noche dando vueltas y vueltas en la cama, la camiseta arrugada y parte de ella por encima de mis bragas, no me cansaba de mirar la belleza de aquel pueblo asturiano, estaba tan embebida en mis pensamientos que no noté que Alex se había levantado, no lo noté hasta que sentí sus manos rodeando mi cintura, notando como su pene estaba bastante duro por debajo de sus bóxer.
—Hola mi princesa, buenos días. –Me dijo mientras empezaba a besarme el cuello y sus manos subían por mi cuerpo hasta mis senos levantándome la camiseta.
—Buu… buenos días… Alex, me has asustado. –Llegué a decir balbuceando a la vez que le ofrecía mi cuello para que lo besara con más comodidad.
—Que tal ha dormido mi pequeña niña, que sepas que te he echado de menos en la cama. –Alex seguía susurrándome al oído, seguía besándome y sus manos acariciaban la piel de mi tripa con intención de ir metiéndose por debajo de mis bragas.
—Alex… mi, mi prima… –Seguía nerviosa y no atinaba a contestarle.
—Tu prima se acaba de ir, ya lo sé princesa, tenemos todo el día para estar los dos solos. Sus dedos ya acariciaban la frontera entre mi piel y la tela de raso de mis bragas.
—Ya… ay, pero no podemos… auhh, hacerle esto mmm… Alex no mmm. –Sus dedos tocaban mi vello y acariciaban mi clítoris, ya era demasiado tarde para dar marcha atrás cuando sentía un dedo bajar hasta mi vagina.
—Dime ...