Para follar da igual tu cama que la mía (Parte II)
Fecha: 30/11/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
... si no lo deseas Lara.
—Mmmm, si, si, lo deseo Alex, te deseo tanto, quiero que me folles aquí, quiero sentir tu polla en mi interior como ayer, hazme tuya mmm. –Mis labios no paraban de moverse, por mi boca salían las palabras que mi cerebro mandaba sin pensar, un cerebro excitado por unos dedos que se metían y salían de mi vagina.
Ya solo podía jadear, mi cabeza hacia rato que se había apoyado en su hombro dejando el cuello libre para él, para que me siguiera besando, mis bragas habían sido invadidas por su mano y sus dedos exploraban mi sexo, metiéndose en mi vagina, no atinaba a decir otra cosa más que me follase, mi prima, un pensamiento al principio me traspasó como un rayo, pero ahora… ¿Quién era mi prima?, no conocía a nadie con el nombre de Ana, solo estábamos él y yo, solos los dos dispuestos a sacar nuestros más bajos instintos y de zambullirnos en un mar de sexo y placer.
Sus dedos se metían en mi vagina humedeciéndola cada vez más, su mano izquierda acariciando mis pechos que despertaban de la noche y su cuerpo presionando el mío contra la encimera, sintiendo su polla clavarse en mis nalgas, Alex me quitó la camiseta y se tumbó hacia mí sintiendo su torso desnudo sobre mi espalda, con sus labios y su lengua fueron bajando besando y lamiendo todos los poros de mi espalda, sus manos en mi costado le acompañaban muy despacio haciéndome estremecer, hasta que llegó a mis bragas que con sumo cuidado y muy lentamente me fue quitando mientras sus besos recorrían ...
... mis nalgas.
Notaba como Alex se quitaba el bóxer y sentía su polla dura meterse entre mis muslos, rozando mi vagina, estaba tan excitada que ya estaba abriendo un poco mis piernas para que me la metiera, tan excitada que la sentía dentro de mí sin estarlo, sentía su polla sobre mi rosada vagina rozándose con ella cada centímetro, Alex me cogió de un lado y me dio la vuelta, ahora los dos uno frente al otro empezamos a besarnos como si nos fuera la vida en ello, parando para poder respirar, nuestras lenguas se unían en un baile frenético y nuestras manos acariciaran nuestros cuerpos sin descanso y entonces…
Alex me cogió de las nalgas y girándose me sentó encima de la mesa de la cocina, una mesa amplia de madera con algunas piezas de fruta encima de ella justo en el centro, me sentó en el borde y de pie frente a mí se metió entre mis piernas, puse los brazos en sus hombros rodeándole el cuello con mis manos, elevé suavemente la pierna derecha hasta colocarla en su hombro izquierdo, luego subí mi pierna izquierda e hice lo mismo, pero sobre su hombro derecho, Alex me agarraba con sus manos por mi cintura y flexionando un poco sus piernas separándolas empezó a buscar con su polla mi abertura, unos movimientos torpes al principio, pero que tuvieron su fruto, su glande se encajaba en mi rajita, a partir de ahí era solo empujar y disfrutar.
Su polla se empezó a deslizar suavemente, muy despacio dentro de mi vagina, una sensación de placer me llenaba entera, nos mirábamos a ...