1. ¿Qué será amor y qué lujuria?


    Fecha: 02/12/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Chicles, Fuente: CuentoRelatos

    ... tetas. Después limpió con la lengua completamente la vagina.
    
    Cuando se acercó la hora en la que debían apartarse, ella se metió el falo en la boca un rato, después se acostó y, abriendo las piernas, le pidió en silencio que la cubriera. Él entendió que había concluido el tiempo de estar juntos y amoroso la volvió a penetrar dándole un beso. Ella, abrazándolo con fuerza le dijo “Vente, mi amor, déjame llenita de de semen, no dejes una gota en ti” y bajó su mano para apretar los huevos mientras él se movía con desenfreno. Los gritos del amante delataron su felicidad. Él descansó sobre el cuerpo regordete de la mujer que le hacía soñar de lujuria, en tanto que gozaba de las caricias en el escroto y las contracciones que ella hacía con el cuello de la vagina para exprimirlo totalmente. Cuando él se dejó caer a la cama, tomando el aire a bocanadas, ella alcanzo su bolso, extrajo un tampón y un condón. Abrió ambos paquetes; con el condón cubrió el tampón y se lo metió en la vagina.
    
    —¿Por qué haces eso? —preguntó intrigado.
    
    —Porque no quiero que se pierda nada de lo tuyo, que no se salga ni que se absorba en el tampón. Haré feliz a mi esposo y... seguramente me tocará otro tanto de ...
    ... lo que me acabas de hacer, ¡o más, porque habrá toda la noche para ello!
    
    —Me gustaría tenerte una noche para mí.
    
    —Tal vez la próxima semana me den permiso... Pero también, en las próximas vacaciones escolares, cuando mandemos a nuestros hijos a la capital, a visitar a sus abuelos, los tres podamos pasar un fin de semana juntos. Te recibiremos bien en la casa y habrá muchas bienvenidas de todos. ¡Será fantástico estar con ambos a la vez, dormir con mis dos amores, con una boca en cada teta!
    
    Ella se vistió con calma, dejando el sostén hasta lo último para ofrecerle el pecho como despedida. El la mamó con suavidad. Antes de salir le dio un beso y él quedó satisfecho, pero impaciente esperando que llegara el sábado.
    
    ¿Qué excusa le darían a sus hijos para que no les pareciera raro que ella no durmiera en casa? se preguntó al acostarse en la cama que aún rebosaba del aroma de amor con la que la habían regado. Lo supo hasta el sábado siguiente: “Se supone que estoy en casa de una amiga y que estudiaremos toda la noche para entregar un trabajo en la maestría, ya ha sido así otras veces”, explicó ella acariciando la cabellera del amante mientras éste se extasiaba chupándole el pecho. 
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