1. Así me inicié en el sexo anal, haciendo el amor.


    Fecha: 03/12/2021, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Por motivos de privaidad cambiare mi nombre ya que soy muy reservada.
    
    Me llamo Daniela, soy una chica de Venezuela específicamente de la ciudad de Barquisimeto. Tengo 24 años y soy de estatura promedio. Para que se hagan una idea de mi apariencia física, soy morena, cabello liso, abdomen plano, piernas contorneadas, no muchos senos, pero mis nalgas son bastante redondas y muy llamativas.
    
    Todo lo que leerán es verídico y forma parte de mi vida privada que solo mi pareja y yo sabemos.
    
    Mi novio y yo llevamos 2 años y medio juntos, nuestra relación ha venido de maravilla tanto en lo cotidiano como en nuestra intimidad. Somos bastante calientes tanto el como yo y desfrutamos al máximo nuestra intimidad.
    
    Desde hace un tiempo mi novio empezó a toquetear y jugar con mi culito muy disimuladamente mientras hacíamos el amor en diferentes lugares, y aunque al principio me causo un poco de nerviosismo, fue algo que me ponía a mil ya que considero que es la zona más privada que puede tener una chica o al menos para mí es así. Luego de esos juegos de pequeños roces, en las veces anteriores cuando mi novio me besaba mi cosita, además de acariciar toda mi vagina y labios con su lengua, el bajaba y la pasaba por mi orificio trasero, cosa que me excita demasiado.
    
    Así poco a poco fuimos avanzando hasta el punto donde yo misma en una ocasión mientras lo cabalgaba le pedí que metiera su dedo en mi ano luego de haberlo acariciado mucho. En ese momento vi las estrellas y todo mi ...
    ... cuerpo se inundó de placer.
    
    Solo habíamos llegado hasta ahí, puras caricias y luego el metía su dedo y sabia hasta donde hacerlo, hasta un domingo el cual habíamos planificado ir a las afueras de la ciudad a una posada que es turística ya que tiene antigüedades de la zona, así como objetos y vehículos de colección. Nuestro plan era escaparnos de la cotidianidad y pasar un domingo diferente teniendo en cuenta que íbamos a alquilar una habitación para además de pasear, poder tener nuestro momento de intimidad que bien merecido que lo teníamos luego de una ajetreada semana de labores.
    
    El afamado día llego y me paso buscando por mi residencia para dirigirnos hacia la posada, y luego de rodar una media hora en las afueras de la ciudad e ir escuchando música en inglés, llegamos al sitio. Un hermoso paisaje colonial con objetos de colección y música de ambiente bastante agradable nos dieron una primera impresión bastante buena. Pasamos por la recepción y pedimos la llave de nuestra habitación y luego nos dirigimos a ella.
    
    Al entrar, solo al cerrar la puerta mi novio se acercó a mí y empezó a besarme alocadamente, mientras que con sus manos me sujetaba de la cintura y bajaba poco a poco hasta agarrar mis nalgas que no quedaban muy lejos del borde del vestido que llevaba ese dia. Nos besamos por unos minutos en los cuales metia su mano bajo mi vestido y podía tocarme a su antojo, mientras yo desabotonaba lentamente su camisa ajustada que llevaba aquel dia. Pude notar como su ...
«123»