1. EL HAREM II: LA SUBASTA


    Fecha: 06/12/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: tatianacros, Fuente: RelatosEróticos

    ... quiero que me des mucho gusto putón”, quitándome seguidamente la correa.
    
    Yo me dispuse a abrir algún botón de su chilaba y me dijo “ábrelos todos cerda y empieza a comer polla yaaa”. Así lo hice, abrí todos los botones, comprobando que posiblemente mi amo Said, era uno de los amos, que más grande y gorda la tenía. Aquel tiburón mediría más de 23 centímetros de larga y un grosor de más de 6. La cabeza de su polla era descomunal, tanto que me costó trabajo introducirla en mi boca y eso que soy boqui-grande. Con mi mano derecha comencé a acariciar unos duros y grandes huevos, que se notaban totalmente llenos de leche y que olían de manera muy intensa a macho muy macho. Pese a su grosor y longitud aquella polla morena, casi negra, estaba exquisita, sabía a moro intenso, con un aroma especial y acentuado, como saben las pollas de los árabes. Me empujaba con gran violencia y me cogía la nuca para que no retrocediera, a veces me tapaba la nariz para que absolviera para dentro, viendo yo como aquellas venas de aquel pollón se inflaban intensamente de gusto. Cogió con su mano derecha un pequeño flagelo de cintas y de vez en cuando, desde su posición, me azotaba con fuerza mi culo o espaldas, dando yo un respingo al sentir el golpe, con cuyo movimiento mi amo se moría de gusto.
    
    Mientras con el rabillo del ojo, pude ver que las siete esclavas, todas estábamos mamando los rabazos de nuestros nuevos amos. Vi como a mi verdadero amo Mustafá lo atendía Noelia, a Musa, el amo que ...
    ... antes alabó mis virtudes de puta esclava, era Esther la que le atendía, y los más jóvenes Gamal y Hadi, eran atendidos por Hadifa, la veterana putita del amo Hamtum, a la que uno por delante y otro por detrás, le estaban dando muy duro con sus falos de adolescentes recién estrenados.
    
    Yo entre tanto, no dejaba de disfrutar de aquel rabazo, el cual entraba y salía en mi boca, y lo notaba como me llegaba hasta la campanilla, haciendo que a veces me faltara la respiración, cuando presionaba aquel pollón al fondo. Aprecié que mi chocho se mojaba, de lo bien que mi nuevo amo Said, me estaba follando la boca. El rojo de mis labios impregnaba aquellos nudos que ofrecían las gruesas venas de la polla de mi amo, dando la impresión que sangraba. Mi amo, se estremecía de gusto y dijo en cierta ocasión “que panorama más bello, ver estas ocho mariconas como dan gusto a sus amos y como están disfrutando las ocho, con las pollas a las que sirven, es una gozada comprobar lo machos que somos y lo putas que son ellas”. Al escuchar esto, noté como el agujero de mi coño, se abría y cerraba de gusto y satisfacción, deseoso de que algún vergón de aquellos, lo traspasara de forma contundente y violenta.
    
    Me extrañó comprobar como Hadifa, tras hacer explotar las jóvenes vergas de los amos a los que atendía, recogía en un recipiente la leche que sacó de las pollas de aquellos noveles folladores. Ella después adoptó una postura expectante esperando la eyaculación del resto de todas aquellas ...
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