1. Redescubriendo América


    Fecha: 16/12/2021, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... es América: Mide 1.80 descalza y es un poco llenita. De piernas fuertes y gruesas. Su piel es exageradamente blanca, tanto que en sus brazos y cuello sus venas son muy visibles. Sus senos son pequeños pero firmes con unas areolas y pezones de un rosado claro y tierno. Su sexo es tan blanco como el resto de su piel y por dentro, del mismo rosado que sus pezones. Sus ojos son verdes casi gris y su sonrisa es de niña buena.
    
    Por mi parte yo mido 1.85 de cuerpo medio, ni delgado ni musculoso, tal vez un poco robusto. Mi piel es de un moreno claro y mis piernas sí son musculosas y marcadas. Tengo unos ojos almendrados y castaños enmarcados en unas cejas pobladas pero bien definidas.
    
    -Azrael: Desde ahora y hasta el domingo en la tarde la ropa está prohibida en esta casa así que te quedarás así hasta que te diga que puedes vestirte, ¿Está bien?
    
    -América: Sí claro, jeje.
    
    Así desnudos, nos sentamos en la mesa y cenamos un spaguetti Alfredo que preparé en la tarde con un poco de vino blanco.
    
    Estaba decidido a que en esos dos días conquistaría su agujerito trasero por lo que la puse en una posición de la que me enamoré con una exnovia a la que le encantaba. Acostada boca abajo pero parando el culo apoyándose en sus rodillas. Así sus nalgas se abrieron y dejaron ver en todo su esplendor su sexo ya dilatado y chorreante y su ano pequeño, apretado y del mismo tierno color rosado de sus pezones.
    
    Me coloqué de rodillas frente a su sexo ya hambriento de verga y se la clavé. ...
    ... Ella gimió al sentirme y me pidió más. Yo comencé a moverme mientras con mis dedos acariciaba su lindo ano.
    
    Ella estaba tan excitada que no me dijo nada y continué. Seguí penetrándola y embadurnando mi dedo y su ano con saliva. Cuando estaba por venirse aceleré mi ritmo para acabar junto con ella y justo durante su orgasmo le clavé mi dedo meñique en el ano mientras los chorros de mi semen golpeaban el fondo de su vagina. Sentí las contracciones de su orgasmo alrededor de mi pene y de mi dedo. Fue delicioso.
    
    -América: ¡Qué rico! Me encantó lo que hiciste.
    
    -Azrael: Y lo que te falta por aprender preciosa.
    
    Lo hicimos una vez más de misionero y después le comí la vulva metiéndole ahora el dedo medio en el ano hasta que se vino con mi dedo adentro. Finalmente acabamos la noche con ella mamándome el pene y mi semen bajando por su garganta.
    
    Nos acostamos empiernados y mientras caía dormido una sonrisa de satisfacción atravesaba mi cara. Sabía que ya la estaba convenciendo y antes de que acabe el día ese agujerito sería mío.
    
    Al día siguiente nos echamos el mañanero y otra vez la puse en la posición del culo parado y nuevamente la penetré mientras le metía un dedo en el ano. Cuando eyaculé ella se acostó para recoger un poco del semen que escurría de su vagina para comérselo cuando se tocó el ano.
    
    -América: Me lo dejaste abierto.
    
    -Azrael: No te preocupes que se vuelve a cerrar después de un rato, además, eso no es nada, abierto lo vas a tener cuando te la meta ...
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