1. Las maduras puritanas


    Fecha: 17/12/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... pimiento morrón, aplastó la polla con los labios mojados y volvió a mover el culo. Le abrí la blusa y vi sus tetas picudas. Las toqué y las chupé. Al rato, me decía:
    
    -Me voy a correr, Quique.
    
    Eva, besándome, levantó el culo y metió la polla dentro. Iba por la mitad cuando comenzó a temblar. Su coñito apretó mi polla y se corrió cómo si fuese el cañito de una pequeña fuente de aguas termales. Nada más quitarla le encharqué los labios de su coño de leche con una corrida espectacular. Yo, que siempre fui un guarrillo, hice que se pusiera en pie para comérselo. Eva, me dijo:
    
    -¿No serás tan cochino?
    
    Se la lamí.
    
    -¡Qué cochino!
    
    La miré y le dije:
    
    -Voy a hacer que te corras en mi boca.
    
    Le metí la lengua en la vagina y después le lamí el clítoris.
    
    -Eres un... ¡Ayyyyy, que cochino eres!
    
    Mi lengua y mis labios le lamieron y le chuparon el clítoris y le follaron el coñito, tal y cómo me enseñara una viuda (esa ya es otra historia). Eva no me aguantó nada. Con un tremendo temblor de piernas y echando la cabeza hacia atrás, descargó en mi boca, diciendo:
    
    -¡Cochinoooooo!
    
    Después de correrse cogió la polla mojada con dos dedos de la mano izquierda (era zurda) y sin menearla comenzó a pasarle la lengua al glande, y me dijo:
    
    -Te dije que te la iba a chupar.
    
    Tenía que ayudarla.
    
    -Agárrala que no muerde.
    
    Cómo no la agarraba, apreté su mano con la mía y se la moví de abajo a arriba y de arriba a abajo. Se la solté y siguió meneando, le ...
    ... dije:
    
    -Chúpala.
    
    La puso entre los labios y en vez de chupar el glande chupaba la puntita. Le mentí:
    
    -Lo haces muy bien.
    
    -¿De verdad?
    
    -Sí. ¿Quieres beber mi leche?
    
    -¿Sabe bien?
    
    -Sabe a leche. Menea la polla más rápido.
    
    Con la polla entre los labios me la meneó con rapidez... Sin avisar le llené la boca de leche... Con cara de asco, y escupiéndola, me dijo:
    
    -¡Sabe a rayos!
    
    -A mi no me sabe mal.
    
    -¡Tú eres un cochino!
    
    Me lancé.
    
    -Ya que lo dices... ¿Probamos por el culo?
    
    Mis palabras la desconcertaron.
    
    -¡¿También te gustan los culos?!
    
    -Los de las mujeres.
    
    -Tiene que doler.
    
    -También te dolió cuando te la metí en el chochito la primera vez y mira ahora.
    
    Miró hacía las estrellas, y me dijo:
    
    -Otro día, ya se hizo de noche.
    
    -Deja por lo menos que conozca su sabor.
    
    -¡¿Qué?! ¡Estás loco!
    
    -Que te lo huela.
    
    -¿Cómo los perros? ¡Estás muy loco!
    
    Le rogué.
    
    -Anda, se buena.
    
    Puso las manos en la cintura, cara seria, y me dijo:
    
    -¡¿Dónde metiste a mi Quique?!
    
    Eva se hacía la escandalizada, pero se agachó para coger las bragas y dejó su culo a menos de un metro de mí boca. La ocasión la pintan calva. Me puse en pie. Le levanté la falda y le pasé la lengua desde el coño al ojete. Se quedó en la posición en que estaba, y me dijo:
    
    -No hagas eso, cochino.
    
    Hice círculos con la punta de la lengua en el ojete.
    
    -¿Qué me haces?
    
    -¿Te gusta?
    
    -No, lo que me estás haciendo es asqueroso.
    
    Decía que era asqueroso pero no se ...
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