1. Gemidos nocturnos


    Fecha: 19/12/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... músculo.
    
    La golpeó con su gran polla con total indiferencia, que era justo lo que ella quería... Cada empuje profundo le quitó el aliento de los pulmones.
    
    - “Aaaggh... Woosgh... Aaaggh... Woosgh.”
    
    El grandullón juntó sus pies debajo de él, en forma de rana, cambiando el ángulo para que su polla llegara aún más adentro de ella... El tronco grueso de su gran polla quedada así enterrado hasta sus bolas cada vez que la penetraba.
    
    - “Oooh, Dios!... Fóllame¡... Fóllame!... Fóllame!”, le dijo Meli poniendo sus ojos en blanco hasta se corrió.
    
    El hombretón, sin embargo, no se corrió... Ralentizó sus movimientos de follada, estirando las piernas hasta que su cuerpo estuvo acostado sobre ella, aplastándola bajo su volumen.
    
    Los ojos de la puta Meli estaban cerrados, pero el hombretón no iba a darle descanso, así que su cuerpo rodó sobre su espalda, de modo que ella quedó encima... Y le dijo:
    
    - “Tu turno.”
    
    Los ojos color avellana de Meli se abrieron para preguntar:
    
    - “¿Qué... Qué?”
    
    - “Tu turno para hacer el trabajo.”
    
    Recuperándose y la dándose cuenta de dónde estaba y qué tenía que hacer, Meli movió las rodillas hacia adelante, sentándose a horcajadas sobre su gruesa polla que sobresalía de su barriga.
    
    Consciente de nuevo que la dura polla todavía dentro de ella, empezó a cabalgar... Sus pechos llenos se balanceaban y sus pezones, hipersensibles, se endurecieron como una roca.
    
    El hombretón metió sus manos entre sus pechos y el suyo, con las palmas ...
    ... hacia arriba, hasta que sus pezones fueron apretados por los dedos bastante callosos del hombretón... Incluso en medio de la follada, Meli se preguntó qué trabajo haría... Parecían las manos de un obrero, pero claramente no lo era.
    
    Sintió de nuevo cómo las manos duras del hombretón se cerraron sobre sus pechos... Los usó como medio para que acelerase su follada... El hombretón levantó la cabeza de la cama y, juntando sus pechos, le chupó ambos pezones con la boca a la vez... Le dijo:
    
    - “Más rápido... Más rápido, puta.”
    
    - “¡Oooh!... ¡NOoo!”
    
    Meli sintió un dolor repentino cuando los dientes del hombretón le mordieron los pezones provocándole un segundo orgasmo explosivo.
    
    Agotada, se derrumbó sobre su pecho... No había tenido esos orgasmos tan fuertes desde hacía años... Tal vez nunca los tuvo... Y sabía que era porque era puro sexo... Sin amor... Sin afecto... Sólo dos animales follando... Y además, ella estaba engañando a su marido.
    
    No podía creerlo cuando él le dijo:
    
    - “Todavía no he terminado.”
    
    La empujó a un lado, sobre su vientre, se puso detrás de ella, la agarró por las caderas y la puso de rodillas... Y empujó su polla dentro de ella nuevamente.
    
    Todo lo que podía hacer Meli era quedarse arrodillada, con la cabeza abajo y el culo arriba... Unas manos fuertes en sus caderas, la mantenían en su lugar... Ella sabía lo que iba a suceder... Sus labios vaginales rojos pegados a la gran polla del hombretón eran empujados hacia adentro cuando se la metía ...
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