1. En el aire (Fragmento 1)


    Fecha: 20/12/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Berni, Fuente: CuentoRelatos

    ... incapaz de razonar y de evaluar las consecuencias de sus actos. El sentimiento de culpa dejó de golpearla gracias al placer que le producía saltar sobre aquel mandril, y se encontraba a las puertas del orgasmo, cuando oyó que se abría la puerta de los lavabos. Aquel hecho hizo que abandonara su burbuja y se detuvo en seco intentando que nadie se percatara de lo que ocurría en aquella última estancia, sin embargo, a su amante pareció no importarle que hubiese entrado alguien.
    
    — ¡Sigue moviéndote, cariño! —se quejó.
    
    Marta se había quedado petrificada y ahora era él quien imponía el ritmo, dada su pasividad. Estaba segura de que la mujer que estaba orinando era sabedora de lo que estaba ocurriendo detrás de la última puerta. Oyó el chorro de pis, a continuación, como cerraba la taza y tiraba la cadena, después se lavó las manos y abandonó el lugar, con lo cual, respiró aliviada y retomó la cabalgada, ahora completamente desinhibida. Notó que el orgasmo que había huido regresaba con renovadas fuerzas y gritó como nunca al correrse. Él, sabiendo que le estaba proporcionando un gran placer siguió moviéndose, escuchando sus jadeos que parecían no finalizar. Fueron treinta segundos disfrutando del clímax más salvaje que recordaba en años. No era cierto, no creía recordar ningún orgasmo semejante en su vida. Las piernas ya no respondían a sus órdenes y se quedó sin energía y sin fuerzas para seguir moviéndose en aquella posición, de modo que él la levantó y la sentó en la taza. ...
    ... Se puso de pie frente a ella con los pantalones bajados reclamando su atención.
    
    — ¡Muy bien, empléate a fondo!, —le ordenó.
    
    Marta se apoderó del palpitante pilón de carne, lo palpó, lo sopesó y lo acarició, disfrutando de su envergadura. Lo aferró desde la base y lo abrazó con la boca. Lo hacía despacio, acompañando con la mano mientras lo engullía. Volvió a entrar otra mujer en el lavabo y Marta detuvo aquella práctica para hacer el menor ruido posible, pero su amante no estuvo de acuerdo.
    
    — ¡Vamos, no pares! —le apremió.
    
    Y siguió en su tarea intentando ser discreta, mientras miraba hacia arriba su cara de placer.
    
    La mujer salió del baño, también conocedora del trasiego que había tras aquella última puerta. Él pareció querer imponer el ritmo y la cogió por detrás de la nuca, moviendo rítmicamente el miembro dentro de su boca.
    
    — ¡Así, guapa, sigue, no pares, cabrona!
    
    Ella abrió todo lo que daba de sí su boca intentando albergar la mole que, en vano, quería abrirse paso hacia su garganta. La presión y el forcejeo le provocaron arcadas, y a punto estuvo de vomitar cuando la punta rozó la campanilla. De repente, su amante extrajo el miembro de su boca y comenzó a moverlo rápidamente sobre su cara. Su cuerpo se contorsionó hacia atrás, sus piernas se doblaron ligeramente y su cara se desencajó anunciando el inminente orgasmo que la pilló desprevenida, dando un grito del sobresalto cuando el líquido se estrelló en su rostro. Nunca había visto nada semejante. ...