Y finalmente... ella y tu regalo
Fecha: 20/12/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... soy muy de hacer amistades y menos después de… —Se contuvo para tomar aire y después de suspirar.
—¡Puff! De hecho mi marido y yo estamos esta noche aquí en una especie de terapia. —La miré asombrado y con interés de seguir escuchándola. Y así se lo hice saber, moviendo en forma circular mi dedo índice derecho, adelantando rítmicamente al izquierdo.
—Bueno, como dices hay que tomar decisiones drásticas si quieres cambiar el rumbo y mejorar tu relación de pareja ¿cierto? —Obviamente estaba de acuerdo y así se lo hice saber, asintiendo con mi cabeza.
—¿Y bien? ¿De qué trata esa terapia? ¿Tomar cerveza con un desconocido forma parte de ella? —Le indagué a esa interesante mujer.
—Algo así. Mejor dicho, tengo que vencer mis temores. Debo vencer mi miedo a relacionarme con los hombres. —Me contestó ella algo apenada, bajando su mirada mientras sus dedos acariciaban nerviosos, el vaso con su cerveza.
En ese momento, me puse en pie y empecé a mirarme de abajo hacia arriba hasta mis caderas, y posteriormente alisé con mis manos mi pantalón desde las rodillas hasta mi cintura, simulando a la vez estirar una imaginaria y corta falda. Martha me miró sobresaltada por mi actuación exagerada.
—¿Qué te pasa? ¿Te manchaste el pantalón con tu cerveza? —Me sonreí un poco y agudizando mis vocales y consonantes, lo más que podía le dije con una fingida voz de mujer...
—¡Tranquila mi niña! lo que sucede es que me estaba percatando de qué esta minifalda que llevo puesta, es muy ...
... corta y posiblemente estuviera mal sentada y yo aquí, ofreciendo un espectáculo a los morbosos hombres, tú sabes; mostrando sin recato, mis piernas y mis bragas. Y me da pena contigo, porque no alcancé hoy a depilarme bien las piernas, por el afán de salir. —¡Y me reí! Martha al principio no entendió mi exclusiva obra de teatro, pero al cabo de unos segundos, cayó en cuenta de mi broma y se lo tomó de buen grado, sonriéndose ampliamente.
—¡Eres un loco de atar! Rodrigo. Me asustaste un poco. —Me dijo ya más alegre. Su miraba brillaba y las mejillas tenían un suave rubor.
—A ver Martha, ponte en mi lugar. Es que yo, si no estoy mal, hace una hora más o menos, llegué a este sitio sintiéndome muy hombre. –Martha me miraba curiosa, a la vez que daba un sorbo corto a su bebida.
—Y de repente, –continué– se sienta a mi lado una mujer muy hermosa, con quien entablé una divertida y amena conversación; pero de repente ella me suelta una historia, donde me dice que no es capaz de relacionarse con los hombres. Entonces sí, me sentí muy confundido por mi sexualidad. —Y mirándonos fijamente, no pudimos los dos aguantar más y nos echamos a reír descojonadamente.
—No eres de por acá ¿Cierto? —Me preguntó Martha, risueña y con un mechón de su cabello ondulado, suelto sobre el lado izquierdo de su hermoso rostro. Se lo sopló, pero allí siguió. Y sonreí, mientras yo le mostraba una fotografía del Tigre Falcao con la camiseta del Atlético de Madrid, que curiosamente, colgaba debajo ...