1. Dos maduros para mi (16)


    Fecha: 30/05/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... labios llenos de lujuria.
    
    Sin mediar palabra se abalanzó sobre mí y puso sus dos enormes tetas en mi cara, yo no sabía como reaccionar, al ver que ella apretaba mas sus tetas contar mi cara, no lo dudé y empecé a tocarle el culo como un poseso, cogía sus tetas y las amasaba como si fueran dos hogazas de pan, "llevo años esperando este momento, me pones a mil, cabrón", aquello me calentó aún mas, le quité el sujetador y aparecieron ante mi las tetas mas grandes que nunca antes había visto, empecé a sobarlas, chuparlas, pellizcé sus pezones, ella bramaba de placer, le bajé las bragas y empecé a masajear aquel enorme culo, duro todavía como la piedra, bajé mi mano hasta su velludo pubis, lo abrí e introduje uno de mis dedos en su ya empapado chocho, ella esta como loca, empecé a hacerle una paja con dos dedos que entraban en su coño sin ninguna dificultad, mientras seguía con la otra mano manoseando sus tetas y chupando sus pezones enormes y duros. De repente Dolores soltó un alarido y llegó al orgasmo llenándome la mano de sus flujos calientes, ella cogió mi mano y se la llevó a la boca para chupar su propio néctar, yo tenía la polla como una estaca intentando salir de mis pantalones, Dolores se dio cuenta me besó con pasión pasándome sus propios jugos, y sin mediar palabra me quitó la camisa y los pantalones con una maestría impropia de una abuela, me lamió todo mi pecho, mordisqueando mis pezones hasta que llegó a mi polla y se la tragó con deleite, empezó a chupar como ...
    ... una auténtica profesional, yo no daba crédito, me lo estaba montando con mi vecina, era increíble.
    
    De repente paró, me miró a los ojos y me dijo: "comemé mi coñito, quiero sentir tu lengua" y sin mediar palabra, se tumbó en la mesa de la cocina, me puso sus piernas en mis hombros empujándome hacía abajo hasta que mi boca estaba delante de una gigantesca pelambrera mojada de sus propios jugos, con mis manos empecé a abrirme paso entre esa mata de pelo hasta que apareció una vulva enorme, húmeda y rojiza, era el coño mas grande que había visto, su clítoris sobresalía como un pequeño pene en erección y se apreciaba que estaba muy dilatado, supuse que por su edad y por que había tenido cuatro hijos, sin mas empecé a chupar y a mordisquear su clítoris mientras metía uno, dos, tres y hasta la mano entera dentro de su enorme coño, ella no paraba de gemir, de gritar, amasarme sus tetas y pellizcar sus gigantescos pezones, era una maravilla ver como mi mano entraba y salía en su coño, mientras sus clítoris enrojecido entraba y salía de mi boca, yo a la vez me estaba haciendo una paja, pero paré ya que empecé a sentir que una enorme corrida me venía y todavía no quería terminar. Saqué mi mano de su coño y metí toda mi boca y mi lengua en su caverna, ella me daba patadas en mi espalda mientras gemía y gritaba"nunca me habían comido el coño como tú, eres una animal, no pares de chupar, cabrón que estoy a punto de llegar" aquellas palabras hicieron que aumentara mi ritmo de succión, de ...
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