1. Luis, Jacobo y un verano 22 Provoco a mi primo


    Fecha: 30/05/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... pequeños con Jacobo y conmigo. Acerque mi rostro al suyo y le soplé queriendo apartar sus rojitos cabellos de los ojos, los cerró repetidamente riendo. Continuamos hablando de otros temas, riendo de algunas anécdotas del colegio, de nuestras bromas y su tremendo entente con Jacobo para hacernos disfrutar a todos con aventuras sin complicaciones. Me sentía muy bien con Bruno, además respiraba por su piel el cariño que me tenía. A pesar de conocer de memoria su olor corporal siempre me encantaba olerle donde termina su pelo y en la parte de la clavícula, no se la razón, pero esa parte además de sus sobacos es donde más profundo se le siente, el olor de su pubis y verga es otra cosa diferente. Llevábamos más de una hora hablando, por mi hubiera estado más tiempo, Bruno se incorporó. -Te voy a dejar, ya te he ocupado mucho tiempo. –me sentí decepcionado, quería que siguiera a mi lado hablando y también deseaba otras cosas de él que ahora no me pedía ni se tomaba por su cuenta. Qué extraños somos, en otra ocasión quizá me hubiera molestado que me tomara sin más, sin pedírmelo siquiera, y ahora lo deseaba. -No tengo otras cosas que hacer, además si no está Jacobo me quedó solo. –me levanté para sentarme a su lado. Abracé su cintura colocando mi cabeza sobre su brazo. -Bruno, quiero que me lo hagas, ¿no tienes ganas?, yo sí, déjame que te la mamé, por favor primito, déjame darte placer. –volvió a dejarse caer sobre la cama, inerte, era todo muy extraño, sentía que Bruno me ...
    ... necesitaba y que en esta ocasión tenía que tomar la iniciativa. Me levanté para ir hasta el sinfonier, busque entre las braguitas que me compró mamá y escogí unas muy breves de encaje blanco que se confundían con mi piel. Bruno se había girado para mirar mis movimientos y comencé a quitarme la ropa realizando movimientos eróticos con mi cuerpo, sin exagerarlos pero sin duda excitantes. Una vez desnudo y de espaldas a él comencé a ponerme las braguitas en lentos avances, pasándolas sobre mis torneadas y bellas piernas, las subía y bajaba empinando coqueto el culito y moviéndolo en leves círculos, la parte trasera de la braguita era más que un hilo pero todo ello de encaje semitransparente. La subí hasta que quedó en su lugar y me incliné mostrándole mi bonito trasero, sabía que a través de la tela se apreciaba el dorado de mi anito y hasta quizá los movimientos de la membrana frunciéndose. Me volví poco a poco sin ponerme derecho para esconder mejor mi verga y testículos. Bruno estaba rojo, rojo y absorto mirando mi cuerpo, aireé el pelo agitando la cabeza y me fui acercando sigiloso como un gato, mirando fijo sus ojos. -¡Desnúdate! -resultó una orden que le hizo reaccionar y sin dejar de mirarme empezó a retirarse la ropa, mientras se desnudaba enderecé mi cuerpo y comencé a ondularlo bailando una rara danza árabe. Pasaba mis manos estiradas por mi abdomen y me volvía para que viera como azotaba mi culo y poco a poco cogía él color rojo. Mordía mis labios sensualmente, de verdad, ...
«1234...»