1. Disfrutando a mi vecina


    Fecha: 24/12/2021, Categorías: Anal Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    Que durante el encierro por el Covid se han dado todo tipo de situaciones sexuales no hay duda. A mí en particular se me dieron tres. La primera comenzó una tarde cuando fui al laundry del edificio donde vivo y me encontré con una vecina de mi mismo piso. Solo nos habíamos cruzado un par de veces, siempre saludos cordiales pero nada más. Yo sabía que vivía en el depto. “C”, y nada más.
    
    “Hola, ¿cómo estás?” La saludé mientras ella sacaba la ropa de la secadora.
    
    “Hola, como ves, disfrutando salir por lo menos del departamento.” Dijo en alusión al encierro forzado que nos hacía tener el gobierno.
    
    “Si, es un garrón.” Dije mientras ponía mi ropa en el lavarropas.
    
    “Si, para colmo mi pareja está en el exterior, no puede regresar.” Dijo para mi sorpresa por un comentario tan personal.
    
    “Me imagino, ojalá que pronto podamos regresar a nuestra vida normal.” Dije de compromiso.
    
    “Chau, nos vemos.” Dijo ella y se fue.
    
    Me quedé a esperar que se lave la ropa, y cuando terminó al ponerla en la misma secadora que ella había usado, encontré una tanga minúscula, casi un hilo. La tomé, puse mi ropa y fui hasta su departamento para entregarla mientras se secaba la mía. Toque a su puerta y ella abrió.
    
    “Hola nuevamente. Encontré esta prenda en el secarropas que usaste, por lo que supongo que es tuya.” Dije alcanzándosela.
    
    Ella al verla se ruborizó. La tomó entre sus manos como queriéndola ocultar.
    
    “Que bochorno. Si, es mía. Gracias por molestarte en traerla.” Dijo ...
    ... aún ruborizada.
    
    “Por favor, no fue molestia. Nos vemos.” Dije.
    
    “Esperá, somos vecinos y ni se tu nombre. Yo soy Pía.” Dijo extendiéndome la mano.
    
    “Es cierto, así es la vida ahora, vecinos y ni sabemos nuestros nombres. Soy Mateo, aunque todos me dicen Mat.” Dije.
    
    “Un gusto Mat. Y gracias nuevamente.”
    
    “No tenés por que agradecer, peor hubiese sido encontrar los calzones de la mujer del 5°”. Dije sonriendo.
    
    Ella largó la carcajada.
    
    “Sos muy malo, pobre mujer.” Dijo riendo.
    
    Pasaron un par de días y estaba por salir a hacer las compras cuando ella bajaba del ascensor trayendo ropa del laundry.
    
    “Hola, ¿necesitas que revise la secadora?” Pregunté sonriéndole.
    
    “Hola, no me avergüences más. Revisé dos veces.” Dijo poniéndose colorada de nuevo.
    
    “Voy a hacer algunas compras, al mercado y a la farmacia. ¿Necesitas algo? Digo, así no te expones.”
    
    “Gracias Mat, no, por ahora nada que vos puedas comprarme.” Dijo poniéndose más colorada.
    
    “En serio te digo, no tengo problemas.” Dije.
    
    “Es que es un producto femenino, y…”
    
    “Y un hombre no se atreve a comprarlo. No es mi caso. Pero no quiero incomodarte, insistiendo.” Dije.
    
    “¿En serio no tenés problemas? A mi pareja ni loca le puedo pedir.” Dijo.
    
    “¿Chico, mediano o grande?” Pregunté.
    
    “Mediano.” Dijo.
    
    “Ok. En un rato te los alcanzo.” Dije y salí a comprar.
    
    Cuando volví, dejé mis cosas en mi departamento y fui a llevarle su pedido.
    
    “Mil gracias Mat, pero pasa, por lo menos te tengo que ...
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