1. Mariela


    Fecha: 26/12/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Dark knight, Fuente: CuentoRelatos

    ... verga en esa rajita deliciosa y hacerte venir unas cuantas veces para ganarme el derecho de venirme en ti…
    
    - Muy bien, por allí hubieras empezado. Me molestan los hombres que no saben decir lo que quieren y se andan por las ramas para llegar al guayabo.
    
    - Me dio risa su ocurrencia y su juego de palabras. Era una mujer ardiente, inteligente y seductora, además de guapa. ¿Qué más podía pedir además de que no hubiera llegado acompañada de su marido?
    
    - Muy bien. Permíteme un momento. – Dijo e hizo una señal hacia el fondo del bar.
    
    Un señor de unos treinta y cinco años, moreno, sonriente, se acercó a nosotros hasta quedar junto a Mariela. Ella le tomó con confianza su brazo y le dijo:
    
    - Amor, el señor se llama Jorge y me invitó un trago.
    
    - Mucho gusto, Jorge, - Dijo extendiendo su mano para estrecharme la mía.
    
    - No, me llamo, Jaime. Mucho gusto. – Dije a mi vez. Me sentía un poco desubicado, pero sonreí de la misma forma.
    
    - Bueno, como sea. Resulta que Jaime, me metió la mano entre las piernas y me estuvo acariciando mi raja peluda mientras pedía una cerveza. – dijo Mariela con la misma seriedad como si estuviera dando el estado del tiempo.
    
    Sentí que me puse de varios colores al mismo tiempo. Aquello era de lo más insólito y me quedé esperando el puño del esposo de Mariela en mi cara, o una sarta de improperios por mi atrevimiento. El sólo sonrió y dirigiéndose a su esposa le preguntó:
    
    - ¿Y te gustó?
    
    - No puedo decir que me desagradó. Fue ...
    ... excitante e inesperado. Me gusta lo excitante e inesperado. – Dijo Mariela acariciando el brazo de su marido.
    
    - Asi le dicen a tus puterías ahora. – Dijo el marido.
    
    - Jajaja, si tu lo dices cielo. Como ves, ¿te gustaría que Jorge nos hiciera compañía?
    
    - Jaime… - Corregí. Ella pareció no escucharme.
    
    - Si a ti no te molesta, a mí tampoco corazón.
    
    - Bueno, Jorge. Solo queda una última pregunta. Si la contestas bien, tu nos dices que tienes en mente.
    
    - ¿Cuál es esa pregunta?
    
    - ¿Te molesta hacerlo sin condón?
    
    - Creo que no. – Dije. Por lo regular eran las mujeres las que insistían con el condón por aquello de mas vale prevenir que amamantar. - No me desagrada hacerlo sin condón. Creo que lo disfruto más.
    
    - Bueno, entonces qué tienes en mente. – Dijo Mariela.
    
    - Bueno, yo tengo una habitación en este hotel. ¿Qué les parece si subimos una botella a mi cuarto y nos ponemos de acuerdo?
    
    - Para coger?
    
    - Para cualquier cosa menos hacer el amor. – Dije acariciando su pierna.
    
    - Entonces guíanos a tu guarida, tigre.
    
    Y sin decir nada más, se levantó y empezó a caminar hacia la salida con un paso lento y sensual, haciendo que sus caderas navegaran entre el mar de gente que iba entrando al bar y que invariablemente volteaban a verla para admirar esas bonitas piernas y ese atuendo de puta o en su caso, de ama de casa caliente en viernes por la noche.
    
    “Me han traído hasta aquí tus caderas, no tu corazón” tarareé en silencio mientras le seguía haciendo una seña ...
«1...345...9»