1. Su amigo (Primera parte): En la disco


    Fecha: 31/12/2021, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Dany Campbell, Fuente: CuentoRelatos

    ... intrusa de ese tío en su cintura. Digamos que era como un “sándwich” pero que en la otra parte del pan se divertían más. ¡Diablos!, tengo que aprender a bailar me dije a mí mismo en esos momentos.
    
    -Chicos, ¿quieren ir a un reservado? -Nos dijo él. -Yo consigo uno.
    
    -Oh wow, que genio, ¡Siii! -dice ella.
    
    En efecto, fuimos hacia allá. Eran tipo unos cubículos ubicados al borde de la pista, con un cómodo sillón en forma de “u”, como para unas seis personas tal vez, y una mesita en medio. El amigo se sienta al fondo, mi novia tras él, a un palmo de distancia y yo por último en el borde.
    
    Ellos estaban teniendo una amena conversación de la cual no me enteraba de nada, parecía que hace tiempo no se veían. Cada vez que ella le iba a hablar acercaba su carita hacia su oído. Luego se incorporaba, me miraba con una sonrisa, algo insinuante se me hacía, y me acariciaba el muslo para después continuar la charla con su amigo. Así estuvimos una media hora…
    
    -¡Qué sed que tengo! -Dice ella de repente. -Amor, ¿y si vas a comprar un trago?
    
    Sacó de su carterita dinero y me lo pasó con una sonrisa.
    
    -Ahm… Okey bonita.
    
    A ese hermoso rostro no le podía negar nada. Mientras marchaba a la barra, me giré a verlos y, como si fuese en cámara lenta, ella se deslizaba por el sillón hasta quedar pegada al tío. Riendo, ella gira su vista hasta encontrar la mía. Su semblante cambió a serio, se me hizo desafiante. Sólo me di la vuelta y seguí para la barra.
    
    Llegué con el trago que a ...
    ... ella le gustaba. Era un vaso grande por lo que lo podíamos compartir tranquilamente entre los tres. Lo dejo en la mesita y me pego a ella. Se gira hacia mí, me pasa el brazo por el cuello y con la otra mano me acaricia muy cerca de mi ingle, con movimientos que entraban y salían. De seguido me planta un beso rabioso. Nos dimos un morreo que me dejó fino. Después se separa, toma el vaso y le da un buen trago. Se lo pasa al amigo, luego él me pasaba a mi y así seguía la ronda. Yo tomaba poquito, tengo… digamos que la “vejiga chica” y si tomo mucho alcohol me dan ganas de ir al baño a cada rato, lo cual era muy molesto.
    
    Y así estuvimos con esa dinámica, ahora por lo menos los escuchaba, pero mucho que me interesaba igual. En una oportunidad, cuando acerco el trago, me la quedo viéndola y la noto un tanto erguida. Algo me inquietó. La mano de ÉL estaba acariciando su espalda, bajando muy cerquita del inicio de su cola, ¡vaya con el amigo, eh! Ella le miraba hasta que, en un momento dado, apartó la vista hacia el frente:
    
    -¡Uff! -Dio un suspiro. Se gira hacia mí, y con sus dos manitas acariciando mi pecho, me dice con esa carita de súplica. -¿Y si vas a comprar otro trago, amor?
    
    -Ejem… -carraspeé. -Claro bonita.
    
    Me da otro billetico y voy. Me perdí entre la gente, sin alejarme mucho, y busco un lugar camuflado para observarlos sin ser visto. Cuando encuentro una zona, trato de verlos pero entre la gente que iba y venía, sólo podía ver en fragmentos. Ella parecía estar ...