1. Deberías haber escuchado a tu madre.


    Fecha: 02/01/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... saqué y me apoderé de ella. Se dio la vuelta y me llevó a su boca, limpiando mi polla perfectamente en segundos. La conduqué al baño donde nos duchamos y nos fuimos a la cama. Tuvimos que levantarnos temprano en la mañana.
    
    Me levanté a las seis con Brandi. Un beso rápido antes de una ducha y la puse en sus enemas mientras remeaba abajo y a los cuartos de esclavos para lidiar con Natalie. Ella estaba progresando muy bien, pero necesitaba ser puesta en su lugar.
    
    Necesitaba entender que era la más baja de la baja. Fue un paso crítico para romper su espíritu.
    
    Abrí su celda para encontrarla todavía dormida. Una patada rápida en las costillas la sacó de su sueño. Un breve momento después estaba en posición. Le acerqué las esposas y la lleve al área del enema. Lubriqué la boquilla y la infle una vez que estaba asegurada de forma segura. Había preparado los tres enemas antes de despertar al esclavo. Hubo un fuerte jadeo cuando el agua helada y fría entró en su intestino y luego rogó sin parar: "Por favor, Maestro, hace frío... demasiado frío. Por favor. Respondí metiéndole una bolsa de bolas en la boca.
    
    ¿Quieres adivinar por qué estoy haciendo esto, esclavo? Porque puedo... porque quiero; porque tengo ganas de hacerte daño esta mañana. Necesitas aprender tu lugar. Eres más bajo que la forma de vida más baja aquí, más bajo que las cucarachas. Tomarás lo que decida darte, amor, odio, dolor, lo que sea que decida".
    
    Me detuve cuando la bolsa estaba vacía, la dejé ...
    ... sostenerla durante veinte minutos y disfruté de sus lágrimas. Hubo un enorme suspiro de alivio cuando permití que el globo se desinflara y que el agua drenara de su intestino. Esperé unos minutos antes de comenzar el segundo. "Ya que te quejas de tener frío, te daré un poco de algo para calentarte". Le mostré las tres botellas de Tabasco que había vaciado en la bolsa. Aulló de dolor una vez que el agua corrió hacia ella. Ignoré sus súplicas de misericordia. Una vez más, la hice sostenerlo antes de permitir que drenara de su cuerpo. Ella estaba exhausta, pero continué con el último, otro tratamiento helado, esta vez con un frote corporal mentolado. Ella colgó de sus ataduras cuando terminó. Le quité la mordaza y la deje guardar.
    
    "Veamos cómo te va ahora. Chúpame la polla, perra". Lo sostuve justo delante de su boca. Ella se abrió y lentamente me llevó a su boca. Lo empujé más profundamente en su boca y garganta. Pude ver cómo estaba luchando, pero siguió chupando hasta que le follé la boca con vil, corriéndose sobre su cara y cabello. Ella yacía en el suelo física y emocionalmente agotada. Un momento después la empapé con la manguera y la recompensé con una toalla. Ella se arrastró hacia mí para besar mis pies y darme las gracias una y otra vez. Ella regresó a su celda. El desayuno para ella, una pasta de alimentos alta en proteínas, se daría en pocos minutos.
    
    Salimos hacia el aeropuerto una vez que había regresado a la casa, parando en el camino en un desayuno buffet donde todos ...