Fiesta de nabos
Fecha: 05/01/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... el hijo del dueño, Marcos se vino hacia mí para darme una agradable bienvenida, como si fuera jugando se colgó de mi cuello rodeando mi cintura con sus duros muslos. Tenia que notar mi pene justo en la raja de su prieto culo igual que yo sentía la suya igual de dura apretada contra mi vientre. Puse mis manos en sus duras nalgas para sostenerlo mientras por encima de su hombro podía ver como mi compañero de trabajo recibía un buen morreo del padre de Marcos, Mario.
El otro chico, Alex Jr., amigo del que me tenía bien cogido a mí e hijo de otro de los invitados, ya tenia bien agarradas las dos pollas de los otros dos maduros, uno de ellos su propio padre, y los pajeaba con suavidad.
Aparte del calentón que ya llevaba me rendí a lo inevitable, era eso o salir corriendo, y busqué la boca del chico con mis labios. Respondió a mi beso con ansia y pronto tuve su lengua jugando con la mía. Amasaba su prieto culito y él gemía contra mi boca. Por como se movía buscaba la punta de mi polla, el mismo agua que me ayudaba a sostenerlo hizo que mi glande se deslizara en su ano. No costó mucho
Colgado de mi cuello y con mis manos en su culo se movía despacio disfrutando sin prisa del polvo que echábamos, seguíamos comiéndonos la boca , las lenguas enredadas como serpientes en su nido.
Solo separábamos el beso para gemir o lamer el cuello del otro. Yo incluso alcanzaba a chupar sus pezones cuando lo subía un poco más. Y él llegaba a mi oreja.
La acción seguía a nuestro ...
... alrededor Juan y Mario se habían montado un sesenta y nueve sobre el césped y se estaban comiendo los pelados nabos con autentica hambre. Y donde al agua cubría menos el otro maduro estaba a cuatro patas entre el hombre que me había prestado el bañador al que le comía la polla y el hijo de éste que lo tenia clavado en su rabo por el culo, los dos Alex.
La visión de tanto sexo me excitaba más todavía. Lamiendo la oreja de Marcos le dije que me corría y el me pidió que lo hiciera dentro, de hecho no podía sacarla de tan caliente nido, me la estaba exprimiendo. Me fui acercando al borde del agua con el chico en mis brazos y cuando me corrí conseguí levantarlo hasta allí.
Sosteniendo sus rodillas con las piernas bien abiertas puse la lengua en ese culito tan caliente lamiendo mi propia lefa que rezumaba del ano. Juan y Mario separaron su caliente sesenta y nueve y se acercaron a nosotros para comerle la boca al chico.
Del ano pase a lamer sus huevos chupándolos en la boca y luego pasando a su polla. Quería su leche. Saborearlo, aunque Juan me lo disputaba cruzando su lengua con la mía sobre el glande del chico. La competición era amistosa y como tal nos repartimos el semen mezclándolo con nuestras salivas.
Mi colega parecía que me tenía ganas. Su lengua buscaba la mía sobre el rabo del chico. Tras acabar de dejar bien limpio a Marcos se dejó caer al agua junto a mí.
-¿Te alegras de haber venido?
-por supuesto, pero no me esperaba algo así. Creí que seria una barbacoa ...