Mi esposa Sofía: Demasiado hermosa para un solo hombre (3) - Relatos Eróticos

Mi esposa Sofía: Demasiado hermosa para un solo hombre (3)

... sábana delicadamente. Destapándola para observarla en forma de cucharita Sofía dormía con su vestido aun puesto, sus piernas lucían descubiertas por el vestido pero mostrando el ligero y la lencería que esa noche Rogelio le había regalado. Se veía simplemente hermosa y apetecible mi verga se paró imaginando aquel hombre acostado en la misma cama que mi esposa quizás tomándola mientras dormía. Note que su toalla se empezaba alzar por su herramienta. El sin perder tiempo retiro la toalla dejando al aire libre su enorme miembro, no podía creerlo era enorme, con pelos hasta las bolas, se veía que estaba erecto pero tiene totalmente imagine, que había sido un buen amante y ahora ese enorme pene más grande que el mío dormiría a un costado de mi esposa.

Benito se acercó su panza era notoria pero aún conservaba un buen físico Sofía sin zapatillas era más bajita ligeramente que él. Sin pensarlo se acercó a Sofía y pasó su mano por todas sus piernas tocando la sensación de sus medias con sus grandes manos. Se detuvo en el encaje de su muslo y metió sus dedos entre las medias y su piel. Sofía solo se novio un poco.

Duro como 5 minutos viendo a su tierna sobrina en la misma cama.

Por fin decidido se subió a la cama colocándose detrás de ella. No podía verlo al cien. Tiro la sabana sobre ellos y vi cómo se colocaba justo detrás de ella pasando su mano para alcanzar su pecho.

Me moría por pararme y reclamarle pese a que quería que sucediera la parte que aún la celaba de estaba ...

... muriendo por parar eso.

Al parecer la sabana le estorbaba y la quitó, vi como su miembro lo colocaba entre las nalgas de ella. Y su mano libre la recorría de los pechos hasta sus muslos regresando una y otra vez.

Poco a poco comenzó a subir ligeramente el vestido hasta colocarlo en su cintura. Metiendo su mano debajo del vestido, hasta situarse sobre sus enormes pechos, el vestido era escotado por lo que poco a poco este se fue bajando dejando libre los pechos de ella y la mano de él sobándolas por debajo.

Empecemos a masturbarme mientras los miraba.

Su mano comenzó a bajar hasta tu parte intima metiéndola entre su piel y esa delicada tela que tapaba su pubis depilado.

Retiro su mano con los fluidos de mi esposa y los llevó a su boca, los probó y volvió a meterla masturbándola lentamente. Sofía que permanecía quieta empezó a despertar...

Tan pronto sintió la mano de su tío giro su cabeza para ver quién era el intruso. Pero Benito tapó su boca con la otra mano y le indicó que guardara silencio. Ella volvió a verme y volvió a mirar a Benito.

-Tu esposo está dormido no se dará cuenta, y aunque no lo estuviera no creo que le importara mucho, no sabes cuando deseaba tener así.

-Por qué dices eso tío, no hagas esto yo no puedo, mientras mordía su labio.

Benito continuó masturbándola hasta que Sofía comenzó a gemir intentando ahogar sus gemidos.

El llevo su mano de Sofía hasta su miembro para que comenzara a pajearlo. Cuando ella notó lo enorme de este ...