1. Descubriendo la puta que hay en ti


    Fecha: 05/01/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... propósito era conocerse, charlar, explorar si la relación podría funcionar y ver qué se podría hacer más adelante. El encuentro estuvo tranquilo y muy ameno. Los muchachos fueron del agrado de Marta, y Laura, quien ya conocía les conocía, se comportaba con ellos con total confianza y naturalidad, situación que infundió en su amiga el ánimo necesario para persistir en el propósito, porque estaba claro que la salida con estos hombres, tarde que temprano tendría que terminar con un encuentro sexual. ¡Claro! Si se daban las cosas y Marta finalmente se decidía.
    
    El segundo encuentro se dio en una discoteca. Los cuatro se encontraron para cenar, reconocerse nuevamente, y salir a divertirse, bailando un rato. Marta entabló una conversación muy cercana con Joaquín, lo cual hizo suponer a mi mujer que esa sería su pareja de aventura. Además del baile, aquellos coquetearon y, de alguna manera, se insinuaron sexualmente, pero ellas estaban en plan de divertirse, relajarse y disfrutar de sus parejas, por lo cual aquello no pasó a mayores. Laura les recordó a los caballeros que la aventura se iba construyendo de a poco y que no había necesidad de forzar las cosas. Ella me contó que, sin embargo, durante la velada intercambiaron a menudo sus parejos de baile, de modo que no estuvo claro, finalmente, quién hacía pareja con quien.
    
    Pasados los días, Laura, en respuesta a las conversaciones que tenía con su amiga, y su impresión de que aquello, de a poco, le estaba gustando, consideró ...
    ... que había necesidad de elevar el nivel de excitación en los encuentros y pensó qué, después de un rato de baile, bueno sería intentar algo en un club swinger. Al menos, como decía ella, para despertarle la curiosidad y las ganas. Y la ocasión, tal como ella lo había planteado, se dio a los pocos días. Concurrieron muy formales a su evento bailable en la discoteca y, entrada la noche, con la excusa de ir a conocer algún otro lugar, acudieron a un club swinger.
    
    Para Marta, aquello fue toda una novedad y revelación, porque no había estado nunca en uno de esos lugares, y estuvo más concentrada en observar y ver cómo funcionaba aquello, que en pretender hacer algo en concreto. El momento, sin embargo, se aprovechó para interactuar entre los cuatro, algo soft, bailar medio desnudos, caricias, besitos, abrazos, cambiarse con otras parejas de baile, pero para ella, Marta, sobre todo, mirar. Los muchachos se desnudaron y prestaron para que ellas, muy pudorosas como parecían estar, les acariciaran sus cuerpos y frotaran con delicia sus penes. Mi esposa, según me relató, había tomado la iniciativa y le había proporcionado a Rafael una interminable mamada. Y Marta, sorprendida, aunque continuo frotando entretenida el pene de Joaquín, no se atrevió a ir más allá.
    
    Y, presa de la excitación, como estaba mi mujer, invitó a su amiga a que les acompañaran a la sala de fantasías. Bueno, Marta, si tú no te animas, yo sí. Ya llegamos a este punto y para nada voy a desperdiciar la ocasión. ...
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